Arquetipos

Cura a los enfermos y alivia el sufrimiento de todos.

Encargado de preservar el balance entre civilización y el mundo natural.

Enviado por los dioses para esparcir la libertad y aplastar déspotas.

Destinado a volverse un rey y reinar con un puño de hierro.

Un profeta encargado de traer una verdad revolucionaria al mundo.

Incursores de la verdadera magia arcana, ganando ranuras de conjuros para complementar sus trucos.

Combatientes de línea frontal, fortificados con armadura mágica.

Juega un juego de cartas mágico para potenciar su proeza en combate.

Jugadores con un poder innato de controlar el destino.

Magos de guerra monásticos que canalizan trucos a través de sus golpes desarmados.

Maestros de conjuros versátiles.

Líderes y comandantes, con un amplio abanico de maniobras a su disposición.

Asesinos y espías arcanos.

Un cazador es un rastreador y explorador nato, tan cómodo en lo profundo de los bosques como en una taberna o ciudad.

Caza las más grandes y más peligrosas criaturas para hacer trofeos de la matanza.

Canaliza la furia de tormentas eléctricas para proteger a los débiles.

Manipula su propia alma para conjurar magia antaño olvidada.

Manipula el enladrillado y adoquinado de las ciudades en lugar de bestias y árboles.

Comanda enjambres de alimañas, las cuáles reptan a su alrededor en todo momento.

Alza grandes monumentos de piedra, estructuras mágicas de poder premonitorio.

Un submarino devoto de las misteriosas profundidades del océano.

Un guerrero desarmado de árboles, que canaliza magia natural en sus golpes.

Se transforma en híbridos de dragón y eventualmente asume rasgos dracónicos.

Con la ayuda de un artífice o un mago, ganas la lealtad mecánica, inflanqueable de un golem, guardián de escudo o constructo de relojería. Tu constructo es de una variedad más pequeña que la mayoría de los golems, pero puede ser construido y reparado en mucho menos tiempo.

Un corredor ágil que usa su momentum para golpear más fuerte.