Arquetipos

Algunos bárbaros descienden de culturas que veneran a sus ancestros. Estas tribus enseñan que los guerreros del pasado permanecen en en mundo como poderosos espíritus, de modo que pueden guiar y proteger a los vivos.

Aquellos que siguen la Senda del Heraldo de las Tormentas aprenden a transformar esa ira en un manto de magia primordial que se arremolina a su alrededor.

Cuando la Manada de las Tormentas lideró su invasión a través del continente bajo el liderazgo de Kevdak, las fabulas extendieron su sed de sangre, brutalidad y su fuerza casi imparable.

Estos bárbaros confían en la fuerza bruta y en la capacidad destructiva de sus manos desnudas, sus ataques potenciados con su ira pueden llegar a ser mas poderoso que cualquier arma fabricada.

Tu furia es alimentada por la interminable energía de una tormenta eléctrica, tus pasos truenan destrozando los cielos a la velocidad del sonido y tus manos capaces de cortar los mas fieros relámpagos por la mitad crean la enervante sinfonía del Rompe Tormentas.

Maestros de la ilusión, la guerra de guerrillas y el combate marcial, los magos Shinobi son embaucadores esquivos y guerreros letales, que irrumpen en una furiosa embestida de magia, armamento y acrobacias.

Los secretos del hanabi, fabricaciones alquímicas que explotan en deslumbrantes arreglos de luz y sonido, son algunos de los más celosamente guardados de todos los gremios de artificieros.

Tus poderes psiónicos leen y manipulan las mentes de los demás. Con solo un pensamiento, puedes comunicarte silenciosamente con personas a grandes distancias, descubrir secretos ocultos y convertir enemigos en amigos.

Tus poderes psiónicos te permiten manipular físicamente otros objetos y criaturas. Todo el mundo es un espectáculo de marionetas y tú eres el titiritero, tirando de hilos invisibles que pueden hacer volar piedras, personas e incluso edificios.

Para algunos, la guerra es una batalla entre naciones. Para otros, es una búsqueda de justicia, algo que se combate en los callejones y en la naturaleza. Como Vigilante, tienes un propósito inquebrantable, una batalla que sientes que solo tú puedes ganar.