Misterio

Un oráculo ejerce un poder divino, pero no de un único ser divino. Este poder puede provenir de un poderoso concepto o ideal, de la atención de múltiples seres divinos cuyas áreas de interés hacen referencia a ese tema o de un conducto directo y peligroso al poder divino en bruto.

Origen: Guía del jugador avanzada
Clase: Oráculo
Nivel necesario: 1
Adquisición: Automático

Un oráculo ejerce un poder divino, pero no de un único ser divino. Este poder puede provenir de un poderoso concepto o ideal, de la atención de múltiples seres divinos cuyas áreas de interés hacen referencia a ese tema o de un conducto directo y peligroso al poder divino en bruto. Éste es el misterio del oráculo: una fuente de magia divina que no depende de ningún dios.

Escoge el misterio que potencia tu magia. Tu misterio te concede conjuros especiales llamados conjuros de revelación y puede que más adelante te conceda conjuros del dominio divino. Tu misterio dicta los efectos de tu maldición oracular, añade un truco adicional a tu repertorio y te otorga una o más habilidades entrenadas. Extraer conocimiento y poder de las influencias divinas colectivas que alimentan tu magia también te proporciona un beneficio especial.

Conjuros de revelación Los poderes de tu misterio se manifiestan en forma de conjuros de revelación, que son un tipo de conjuro de foco. Lanzar un conjuro de revelación cuesta 1 Punto de Foco y aumenta los efectos de tu maldición oracular (página 94). Comienzas con una reserva de foco de 2 Puntos de Foco. Puedes rellenar tu reserva de foco durante tus preparativos diarios y puedes recuperar 1 Punto de Foco gastando 10 minutos usando la actividad Reenfocar para aceptar la naturaleza conflictiva o no convencional de tu misterio divino.

Los conjuros de foco se potencian automáticamente a la mitad de tu nivel redondeado hacia arriba. Los conjuros de foco no requieren espacios de conjuro y no puedes lanzarlos usando espacios de conjuro (ver Lanzamiento de conjuros divinos en la página 92). Obtener dotes puede otorgarte más conjuros de foco y aumentar el tamaño de tu reserva de foco, aunque tu reserva de foco nunca puede contener más de 3 Puntos de Foco.

Los conjuros de revelación tienen el rasgo ligado a la maldición, a diferencia de otros conjuros de foco. Este rasgo significa que aumentan la severidad de tu maldición oracular (ver más abajo) cuando se lanzan. No puedes lanzar un conjuro ligado a la maldición si no tienes una maldición oracular.

Aprendes dos conjuros de revelación en el 1.er nivel. El primero es un conjuro de revelación inicial determinado por tu misterio. El segundo es un conjuro de dominio inicial que eliges de uno de los dominios asociados a tu misterio, que lanzas como un conjuro de revelación, haciendo que obtenga el rasgo ligado a la maldición.

Maldición oracular

Recurrir a múltiples fuentes de poder dispares supone un esfuerzo increíble e inevitable para tu cuerpo, que se manifiesta como una maldición sobrenatural. Cuantos más conjuros de revelación lances, peores serán los efectos de tu maldición, pero estas energías cada vez más conflictivas también pueden concederte beneficios divinos.

Los efectos específicos de tu maldición están ligados a tu misterio, pero todas las maldiciones siguen la misma progresión. Una maldición es un recordatorio leve pero constante de que eres portador de un poder de otro mundo. A medida que lances conjuros de revelación, tu maldición se intensificará, primero con un efecto menor y luego con un efecto moderado.

Tu maldición pasa a su fase menor la primera vez que terminas de lanzar un conjuro de revelación después de tus preparativos diarios. Una vez que tu maldición menor se haya manifestado, permanece en efecto hasta que descanses durante 8 horas y vuelvas a hacer tus preparativos diarios. Si lanzas un conjuro de revelación mientras tu maldición menor tiene efecto, el efecto de maldición avanza a moderado inmediatamente después de que termines de lanzar el conjuro. El efecto menor sigue afectándote, aunque algunos efectos de maldición moderados pueden alterar aspectos específicos de tu maldición menor. A niveles superiores, puedes lanzar más conjuros de revelación, lo que hace avanzar tu maldición a su fase mayor y luego a una fase extrema; estas maldiciones más fuertes se acumulan con los efectos de las fases inferiores y pueden alterarlos. Si te Reenfocas mientras estás bajo los efectos de tu maldición moderados o más fuertes, reduces la gravedad de tu maldición a menor, además de recuperar un Punto de Foco.

Recurrir al poder de tu misterio mientras tu maldición está en su peor momento provoca un conflicto irreconciliable entre las fuentes de tu poder y tú. Inmediatamente después de lanzar un conjuro de revelación mientras estás bajo el efecto moderado de tu maldición, te quedas abrumado. Mientras estés abrumado, no puedes Lanzar ni Mantener ningún conjuro de revelación: pierdes el acceso a esos conjuros de forma efectiva. Puedes Reenfocarte para reducir los efectos de la maldición y recuperar un Punto de Foco, pero hacerlo no te permite lanzar más conjuros de revelación. Estos efectos duran hasta que descansas durante 8 horas y hagas tus preparativos diarios, momento en el que tu maldición vuelve a su estado básico. A niveles más altos, puedes llegar a soportar los efectos mayores e incluso extremos de la maldición, lo que te permite lanzar más conjuros de revelación sin quedar abrumado.

Tu maldición tiene los rasgos maldición, divino y nigromancia. No puedes mitigar, reducir ni eliminar los efectos de tu maldición oracular por ningún otro medio que no sea Reenfocarte y descansar durante 8 horas. Por ejemplo, si tu maldición hace que las criaturas estén ocultas para ti, no puedes negar ese estado oculto mediante un objeto mágico o conjuro, como impacto verdadero (aunque seguirías beneficiándote de los demás efectos de ese objeto o conjuro). Del mismo modo, quitar maldición y conjuros similares no afectan en absoluto a tu maldición.

Modificadores: Misterio otorga los siguientes modificadores:
  • Rasgo de clase: a escoger entre Misterios