Receptáculo

"Una anciana goliat se planta frente a las bestias que amenazan a su pueblo. Con una mirada penetrante y una presencia que parece de otro mundo, las criaturas comprenden que no son los únicos monstruos presentes.

Un guerrero orco, cargado de poder y responsabilidad, mantiene la línea frente al enemigo que avanza. Permanece solo mientras desata una ola de fuerza cataclísmica que quiebra la tierra misma bajo sus pies.

Huyendo desesperadamente por el bosque, un elfo se detiene y se vuelve hacia sus perseguidores. Con un rugido inhumano, demasiado grande para su cuerpo, sacude la ladera de la montaña e inicia una avalancha.

Los Receptáculos son individuos que cargan con el peso de una poderosa entidad sellada, una criatura que encarna un poder crudo, incontrolado y de fuerza abrumadora. Ya sea para contener a un monstruo maligno o para canalizar la energía de un ser benévolo, los Receptáculos albergan a estas criaturas como anfitriones vivos.

Algunos nacen con ese poder latente en su interior, mientras que otros son sellados más adelante en la vida. Sea cual sea la causa o el propósito, los Receptáculos son destructores, vinculadores, carceleros y consumidores de poder. Cada Receptáculo crece a medida que aprende a dominar —o a reconciliarse con— la entidad que habita en su interior."

-Kalapop, fecha desconocida.

Poder sellado En todas las épocas y en todas las tierras, existen entidades de poder extraordinario. Ya sea selladas como una forma de proteger al mundo o como armas vivientes, las capacidades de estas criaturas no deben subestimarse. Un Receptáculo actúa como su prisión viviente… aunque no siempre sea así.

Algunos Receptáculos son santos, cuyas entidades los asisten voluntariamente como mentores o guías mientras crecen juntos en armonía y trabajan por un mundo mejor. Otros pueden ser corrompidos por las fuerzas que empuñan y sucumbir a la influencia persistente que habita en su mente y corazón.

La naturaleza de un Receptáculo es la de ser anfitrión de una entidad, y a través de esa relación —ya sea mutuamente beneficiosa, corruptora o simplemente parasitaria—, su cercanía con el poder los transforma y fortalece: mente, cuerpo y alma. Por esta razón, muchos son considerados poco confiables o incluso inhumanos, al traspasar los límites de lo que se considera natural mientras la magia altera su propia esencia.

Romper y Encadenar Los Receptáculos han existido durante miles de años en muchas formas distintas. Mientras que los brujos atan y obtienen su poder de patronos de otros planos, y los hechiceros canalizan el poder de su propia sangre, los Receptáculos obtienen su magia desde una posición más autoritaria: como anfitriones.

Crear un Receptáculo no es tarea menor, e implica un ritual largo, difícil y a menudo mortal. Muchas veces, este proceso se asemeja más a un sacrificio para la entidad que a un sellado exitoso. Los rituales que dividen y sellan el poder de la criatura pueden parecer extraños para algunos, ya que la sangre y el alma del Receptáculo y de la entidad se entrelazan.

El proceso puede adoptar muchas formas distintas, y suele cambiar según la época, el lugar, la cultura de los selladores y la naturaleza de la entidad. El método más común implica una mezcla literal de sangre entre ambas partes, tras ser ungidos con símbolos y glifos de sellado. En otros casos, los Receptáculos son marcados y ofrecidos a la entidad, devorados por completo solo para resurgir con ella sellada en su interior. Sea cual sea el proceso, casi siempre implica el uso de una de las magias más poderosas y extrañas que existen.

Creando un Receptáculo Al crear tu Receptáculo, es importante responder a las siguientes preguntas: ¿Qué entidad ha sido sellada dentro de ti, y con qué propósito? ¿Qué llevó a que una criatura tan poderosa fuese atada a ti? ¿Fue un acto mutuo y consensuado, o fue una carga impuesta? ¿Se trató de un sacrificio para darte poder, o simplemente de un intento por contener un gran mal?

Cada entidad es diferente, con un pasado largo y complejo, y la naturaleza de tu vínculo con ella será fundamental. Trabaja con tu DM para establecer el carácter general de la entidad: sus rasgos de personalidad, ideales, defectos y temperamento, así como su relación contigo. ¿Tu relación es mutua, hostil, benévola… o incluso indiferente? ¿Te respeta o te odia?

Estas preguntas definirán el camino de tu personaje y, dependiendo de las respuestas, podrían incluso determinar sus propios rasgos de personalidad, ideales y defectos, ya que la línea entre él y su entidad se vuelve cada vez más difusa.

Construcción rápida Puedes crear un Receptáculo rápidamente siguiendo estas sugerencias: Primero, tu puntuación más alta debería ser Fuerza, seguida de Constitución. Segundo, elige el trasfondo de Acólito, Ermitaño o Marcado por lo Sobrenatural, para representar una relación positiva, neutral o conflictiva con tu entidad, respectivamente.