Arquetipos

Los Caballeros de la Tempestad son guerreros que han conseguido comandar los poderes del viento y/o el rayo: Grandes ráfagas de aire que derriban a los enemigos o bloquean proyectiles; y feroces tormentas que fulminan a los que se les oponen.

De todos los rompejuramentos, los temidos Caballeros del Abismo quizás han caído más profundamente. Estos esclavos de los señores demoníacos, quizás buscando borrar su pasado y olvidar sus fracasos, se pierden por completo en la violencia y la locura del poder embriagador del Abismo.

Tomando magias oscuras y purificándolas con energías divinas, los Caballeros del Brillo Abisal combaten los poderes oscuros con su propia versión de las variadas magias viles pero purificadas para servir a propósitos más nobles.

Enredados en acuerdos retorcidos y políticas infernales, se vuelven contra aquellos a quienes una vez buscaron proteger, y pronto descubren que ya no tienen ningún lugar al que llamar hogar excepto los brazos esperanzadores de los Nueve Infiernos.

Tentados por la magia oscura, los Caballeros Espectrales roban la fuerza vital de sus enemigos y la emplean para invocar fuerzas oscuras. Y si bien son guerreros despiadados y astutos, no todos son malvados: Algunos solo están rotos por una vida de sufrimiento, o consumidos por la desesperación.

Los Caballeros Gélidos son maestros del frío y el hielo, que pueden protegerse con densas capas de hielo sin sufrir ninguna contrariedad, lo que los vuelve muy difíciles de derribar en batalla.

Los practicantes mortales de esta tradición suelen ser sirvientes de algún demonio, pero pueden haber aprendido también de un mortal en busca de redención. Independientemente, este es un estilo de pelea brutal y eficiente, planeado para estar a la altura de los contratos demoniacos.

Posees la particular habilidad de emplear tanto tu cuerpo físico como espíritu al momento de luchar: Tus enemigos no solo deben temer tus feroces golpes, sino también (y especialmente) a los puños espectrales que ineludiblemente van a asaltarlos cuando se enfrenten a ti.

Los Médiums que se entrenan en la Técnica de Canalización Espiritual buscan traer a los difuntos al mundo material para resolver disputas.

Tu poseedor es un ser celestial que ha quedado encerrado dentro de tu cuerpo. Te ofrecen un poder justo mientras esperan el momento para desatar su furia divina.

A pesar que tu lugar está en la cocina, has querido salir a vivir aventuras, dispuesto a ayudar a tu equipo a estar alimentado en sus travesías, pero no quedándote atrás en las batallas.

Las artes culinarias ofrecen una manera agradable de relajarse, pero un Chef de Batalla ha aprendido a infundir magia en sus comidas, ayudando a sus aliados en cualquier desafío que puedan enfrentar. Por supuesto, no lo hará solo, ya que un Chef de Batalla también es un combatiente capaz.

Estos druidas, en busca de una conexión profunda con las fuerzas primigenias, voluntariamente se atan a los eventos catastróficos que dan forma al mundo.

Los druidas del Círculo de Flora celebran el papel fundamental que desempeñan las plantas en el mundo natural. Estos druidas utilizan su magia para proteger la flora en todos los reinos y se esfuerzan por apoyar a sus aliados, al igual que las plantas apoyan toda forma de vida.

Inspirándose en textos antiguos y en la intrincada red de la vida, han profundizado en los secretos de la medicina botánica, la acupuntura y el refinamiento de píldoras para sanar a los heridos, fortalecer a los aliados y debilitar a sus enemigos cuando es necesario.

Druidas del círculo de las dunas están acostumbrados al calor y peligros del desierto. Estos druidas tienden a ayudar a los viajeros cansados a cruzar las ardientes dunas que llaman hogar, entendiendo que los desprevenidos no podrán hacerlo solos.

La mayoría de los druidas protegen focos de poder natural y emplean las fuerzas de la naturaleza, pero algunos dedican sus esfuerzos a la protección del dominio de un dragón, sea por lealtad a este, o por proteger al exterior de la furia del dragón.

Los druidas del Círculo de las Esporas encuentran belleza en la decadencia. Ven en el moho y otros hongos la capacidad de transformar material sin vida en vida abundante, aunque algo extraña.

Los druidas de las mareas monitorean la relación entre la civilización y los océanos, lagos y ríos. Suelen ser vistos usando la magia innata de las aguas para sanar a los heridos, dar descanso a los desamparados y bendecir los cultivos del pueblo.

Los druidas del Círculo de las pesadillas suelen venir de regiones repletas de monstruos horripilantes y horrores inefables. Ellos entienden por experiencia que la mejor forma de no luchar contra lo antinatural es volverse antinatural uno mismo.

El arrecife, rebosante de vida, es hogar. Un refugio. Una fortaleza. Los druidas del Círculo de los Corales se inspiran en las cálidas aguas del arrecife, brindando refugio a sus aliados contra la dureza del mundo que los rodea.

En sus santuarios aislados, estos Druidas cuidan de sus bosques temporales, espacios etéreos donde el tiempo fluye como una suave brisa y las visiones de lo que podría ser son tan comunes como las hojas en un árbol.

Los druidas del Círculo de los Monstruos no ven solo a los animales como parte de su jurisdicción, sino también a las criaturas que la gente llama "monstruosidades", considerándolas como parte natural del ciclo de la vida y de la evolución de la naturaleza.

Estos druidas, conocidos como vengadores, tienen este principio como la base más importante de su filosofía: Son furiosos protectores de la naturaleza que cazan a cualquiera que no respete las leyes naturales. Son enemigos mortales de los nigromantes y no-muertos.