Ivae Mor
Características
Tiradas de salvación
Ataques
Nombre | Bonif | Daño |
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Maza Mágica - Arma Infrecuente | +6 | 1d6 +2 Contundente y Mágico |
Ballesta ligera | +6 | 1d8 +2 Perforante |
Habilidades
Otras competencias
Dispones de las siguientes competencias adicionales:
- Armadura intermedia, Armadura ligera, Armas sencillas y Escudo
- Arco corto, Arco largo, Espada corta, Espada larga, Hoz y Mangual
Trasfondo
Cada personaje tiene una historia. Aquí se cuenta la de Ivae Mor.
Detalles
Alineamiento. Neutral maligno
Apariencia. Mide 1,87 y pesa unos 80kg. Su piel es clara y fina, a pesar de su apariencia frágil tiene un comportamiento de una persona que ha pasado por experiencias varias. Entre su oscura ropa y su armadura puede apreciarse los huesos blancos de su antebrazo derecho por falta de carne. Tiene heterocromía (ojo derecho morado y ojo izquierdo blanco). También tiene pequitas difuminadas en su cara que le da aspecto inocentón a su rostro.
Edad. Su edad es de 180 años (equivale a 18-19 años humanos)
Historia. Mi nombre es Ivae Mor, en elfico significa Luz de Muerte. No es mi nombre real, ya que me lo dieron los sacerdotes del templo de Jergal donde me crié y el lugar al que considero mi hogar.
Desconozco quienes son mis padres, solo sé que vivían en el yermo como parias y que un día se presentaron en el templo cuando vieron que tenía el pelo de dos colores diferentes y había sido capaz de resucitar a una araña con tan solo 5 años de vida.
Según la Sumo Sacerdote una señal de que en algún momento la gran diosa se comunicará conmigo y la serviré como Avatar y Campeona.
Ascendí rápidamente en la jerarquía del templo, ya que mis habilidades curativas naturales eran, según palabras de Ivae Menlui, tan poderosas como las del Gran Dios Jergal.
Ivae Menlui, o Luz de Vida en élfico, era mi mejor amiga, mi hermana de otra madre. Tan solo unos años más mayor que yo, llegó al templo 10 años antes, por lo que tenía mucha más experiencia, pero aun así, yo la supere con rapidez y maestría.
Pasábamos las tardes enteras estudiando, nos encargábamos de cuidar a los enfermos los días de oficio en la aldea a cambio de comida. En definitiva, éramos las mejores estudiantes del sacerdocio.
Pero... no era suficiente, yo necesitaba saber más, necesitaba aprender más rápido... ser más poderosa y habilidosa que el Sumo Sacerdote, tenía que ser tan poderosa como el mismo Jergal.
Un día, durante los días de oficio con Ivae Menlui en la aldea, habíamos terminado con un anciano enano (¡Un buen cascarrabias!). Su mujer, una humana mayor que ya habíamos tratado hace unos meses sin suerte, nos agradeció todos los cuidados que le hacíamos a ambos con un collar que nos había forjado su propio marido. ¡Increíble! Ese vejestorio no era tan cascarrabias como pensábamos.
El collar era interesante, forjado en plata y oro negro enano, tenía la imagen del Dios Jergal, pero se dividía en dos collares, uno con cada mitad del símbolo de nuestro dios. Era precioso. Cuando la encantadora anciana nos lo dió, nos dio una mitad a cada una, a mí la de oro negro enano oscura y a Ivae Menlui la de plata.
Una vez cogimos el medallón, empecé a sentir alucinaciones, todo daba vueltas y yo solo escuchaba a la anciana reír. No podía pararlo, no podía quejarme ni sollozar, mi cuerpo estaba paralizado. Caí al suelo desmayada, tan solo podía escuchar a Ivae Menlui gritar que me pasaba y lo último que vi fue a la anciana encorvada saliendo de la taberna cada vez más esbelta y joven.
Desperté 2 días después en el templo bajo el toque de unas manos delgadas y arrugadas, ¡era la Suma Sacerdotisa! ¡Le conté lo que me había pasado y lo único que me dijo era que estaba cansada y que tenía alucinaciones! Me recomendó reposo y no estudiar ni lanzar conjuros unos días. ¡Jamás! Una vez se marchó la suma sacerdotisa, entró Ivae Menlui preocupadísima conmigo. Aun llevaba el colgante, al igual que yo, que nos dió aquella anciana pero ella se encontraba bien. Me trajo comida y vestimentas y se marchó para que pudiera vestirme. Una vez me coloqué mis ropajes, noté una pequeña presencia subir por mis espalda –una de esas endemoniadas cucarachas, pensé– cada vez más rápido. Hasta que, una vez llegó a mi hombro y fui a matarla, vi que no era una cucaracha. Era una araña de color blanquecino. Se comportaba de forma extraña. La cogí del hombro y la puse en la ventana con la intención de que se marchara, a lo que, cuando fui a soltarla escuche una vocecita aguda y pequeña saliendo de la araña. ¡Por fin! ¡Por fin te encontré! Exclamaba la pequeña araña. Mirándola más de cerca noté que no era blanquecina: ESTABA HECHA DE HUESO, por lo que recordé lo que me pasó 40 años atrás con mis padres, pero jamás pensé que me estaría buscando durante 40 años.
¡Esa pequeña araña era la que resucite cuando no era más que una niña! Me dijo que quería servirme, ya que la salvé de una muerte dolorosa y cruel (aunque yo no lo llamaría “salvarla”). Era pequeña, no más grande que mi mano. La pequeña araña me prometió servidumbre, su nombre era Adomhoar (Malestar). Aunque quisiera aceptarla, ¡no podía ir con una araña esquelética por ahí! Así que ideamos un plan: mientras fuéramos por ahí, ella sería el broche de mi capa. Así que tejió una pequeña bola de telaraña y se colocó donde iría mi broche. ¡Por el tamaño no parecía nada raro!
Pasaron los meses y yo, buscando una explicación, tanto a lo de Adomhoar como a lo del medallón, empecé a curiosear con algo que mencionaban pocos libros en la biblioteca: “Los Páramos Sombríos”, según leí, era el plano de nuestro dios Jergal, pero usándolo sin control, podría causar grandes males a su usuario. En las menciones de este plano, había anotaciones con una caligrafía que se me hacía bastante familiar, parecía la de la suma sacerdotisa. También encontré diversos tomos que trataban sobre revivir grandes ejércitos de muertos vivientes, alimentarse de las almas de tus allegados, ¡Que locura! Hasta que, en uno de los tomos, encontré la capacidad de revivir a seres vivos. Me pase semanas intentando descifrar lo que ponía ya que, por orden de la Suma Sacerdotisa, los libros sobre estas prácticas debían de estar escritos en Infracomún, un derivado del elfico, para dificultar la auto enseñanza de los alumnos.
Pasaron 4 años más, hasta que Ivae Menlui enfermó de gravedad. Escupía sangre y no podía respirar, ¡tenía que salvar a mi amiga! Pero ningún hechizo funcionó, ni la Suma Sacerdotisa pudo hacer nada más que verla agonizar. ¡Tenía que hacer algo! Y entonces, pensé en lo que leí sobre los Páramos Sombríos. No podía curarla pero… ¡Podía resucitarla como hice con Adomhoar!
Una noche desesperada, la apuñalé, le quite la mitad del colgante de Jergal y me la llevé al patio trasero para comenzar el ritual. Empecé a entonar el cántico, todo marchaba bien, Ivae Menlui estaba reaccionando bien al mismo, su cuerpo estaba entero y empezó a recuperar ese color vivo y precioso de su cara, hasta que, del suelo surgió un humo morado. El cuerpo de Ivae se volvió loco ante tanta energía del Páramo Sombrío… En un momento de desesperación, agarré el colgante (ahora completo) del dios Jergal y le supliqué que terminara el ritual, y que acabase el sufrimiento del alma de mi amiga.
Terminada mi última palabra de súplica al dios, noté como una gran cantidad de energía recorría mi cuerpo. Me sentí poderosa, oscura y con poder suficiente para terminar el ritual, por lo que redirigí toda mi energía hasta Ivae Menlui. La energía impactó de lleno en el cuerpo muerto de mi amiga, que estaba siendo abrasada por las llamas moradas. Notaba como estaba funcionando pero, de repente, un rayo de energía oscura me impactó en el brazo derecho. Notaba como si el fuego estuviera quemándome la carne, los músculos, los huesos… Aunque notaba que el ritual llegaba a su conclusión. ¡TENIA QUE CONTINUAR! En un último suspiro de energía, acabé de canalizar la energía y todo quedó en tinieblas. El cuerpo de Ivae Menlui yacía muerto delante mía… mi amiga, se había ido para siempre.
Entre lágrimas, noté como mi ojo izquierdo empezó a arder, la misma sensación de las llamas del brazo. Pero estaba vez, era distinto, no sentía dolor, sino… paz. Jergal se apareció ante mí, ¡Era la Anciana del pueblo! Mientras hablaba, su apariencia cambio hasta la apariencia de un apuesto humano, de melena blanca y negra a la par y una mitad de su cara con una máscara negra, ¡era el mismísimo JERGAL!
Me indicó que mi vida acaba de comenzar, por mi valentía y poder era su elegida, ¡la profecía de la suma Sacerdotisa era CIERTA! Hablamos largo y tendido, pero lo que más me calmó, fue cuando me dijo que el alma de mi amiga estaba a salvo en el Páramo Sombrío. Al principio esto último no me cuadraba, mi dios era puro y de luz, porque sabría eso… hasta que me lo confirmó, Jergal era lo bastante poderoso como para abarcar el bien y el mal, la luz y la oscuridad.
La suma sacerdotisa apareció de las sombras de la noche a lo que, cuando me di la vuelta, Jergal se había marchado. La Suma Sacerdotisa estaba aterrorizada ante la escena que estaba viendo, a lo único que dijo: T- t tu ojo, ¡BRILLA! a lo que sacó un pequeño espejo del cinto y me mire en él, era diferente, me notaba más… poderosa, mi aspecto había cambiado. Necesitaba conocer las fuerzas del Páramo Sombrío, necesitaba ser como mi dios. El ritual había fracasado, tenía secuelas irreparables y no se podían arreglar, aunque lo del ojo… era distinto, podía sentir como Jergal veía a través de él, por lo que un brazo enseñando hueso no era más que una pequeña secuela. La suma sacerdotisa me comunicó a la mañana siguiente que no podía continuar con mis estudios y mi vida allí, debía de abandonar el templo, aunque siempre sería bienvenida allí. Así que cogí mis cosas y me embarqué en un viaje para descubrir la verdad sobre el Páramo Sombrío y los secretos que esconde, debo de revivir a mi amiga, CUESTE LO QUE CUESTE.
Solo me acompañan mi amiga Adomhoar y una sed de poder… que se va incrementando, y me gusta.
Idiomas. Común, Élfico, Enano y Mediano.
Puntos de experiencia. 56000
Trasfondo: Acólito
Has dedicado tu vida al servicio de un templo de un dios específico o un panteón de dioses. Actúas como intermediario entre el reino de lo sagrado y el mundo mortal, realizando ritos sagrados y ofreciendo sacrificios para conducir a los adoradores a la presencia de lo divino. No eres un clérigo necesariamente; realizar ritos sagrados no es lo mismo que canalizar el poder de una divinidad.
Rasgo: Refugio de los fieles
Como acólito, inspiras respeto en los que comparten tu fe y puedes realizar las ceremonias religiosas de tu deidad. Tus compañeros de aventuras y tú podéis esperar recibir curación y cuidados gratis en un templo, santuario o cualquier establecimiento de tu fe, aunque debéis aportar los componentes materiales necesarios. Quienes compartan tu religión te financiarán un estilo de vida moderado (pero solo a ti).
Características
Rasgos de personalidad. Tolero (o no) otras fes y respeto (o condeno) que se adoren otros dioses.
Ideales. Aspiración. Mi intención es demostrarme a mí mismo que merezco el favor de mi dios actuando según sus enseñanzas (ninguno).
Vínculos. Moriría por recuperar una antigua reliquia de mi fe que se perdió hace mucho.
Defectos. Juzgo a los demás con dureza y a mí mismo con aún más severidad.
Competencias
Competencia con habilidades del trasfondo. Perspicacia y Religión
Competencia con equipo del trasfondo. Hoz y Mangual
Rasgos
Elfo de los bosques
Los elfos circulan libremente por las tierras de los humanos, donde siempre son bienvenidos pero nunca se encuentran como en casa. Son gentes conocidas por su poesía, baile, canto, saber y artes mágicas, y gustan de las cosas cuya belleza sea natural y sencilla.
Como elfo de los bosques, tu intuición y tus sentidos son agudos, y tus pies ligeros pueden transportarte rápida y sigilosamente a través de tus bosques natales.
Clérigo
Nivel 9
Los clérigos son intermediarios entre el mundo mortal y los distantes planos divinos. Tan diferentes entre ellos como los dioses a los que sirven, los clérigos se esfuerzan por personificar las obras de sus deidades. No son sacerdotes ordinarios, un clérigo se encuentra imbuido de magia divina.
- 2/descanso
- Destruye con VD 1 o menor
Dominio de la Sepultura
Los dioses de la sepultura vigilan la línea entre la vida y la muerte. Para estas deidades, la muerte y el más allá son parte fundamental del universo. Romper la paz de los muertos es una abominación. Las divinidades de la tumba incluyen Kelemvor, Wee Jas, los espíritus ancestrales de la Corte Eterna, Hades, Anubis y Osiris. Los seguidores de estas deidades buscan dar descanso a los espíritus errantes, destruir a los muertos vivientes y aliviar el sufrimiento de los moribundos. Su magia también les permite mantener a raya a la muerte durante un tiempo, especialmente si se trata de una persona que todavía debe realizar una gran obra en el mundo. Este hecho representa un retraso de la muerte, no su negación, porque la muerte siempre consigue lo que es suyo.
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Nivel 1: Falsa vida, Perdición
- Conjuro preparado: Falsa vida y Perdición
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Nivel 3: Dulce descanso, Rayo debilitador
- Conjuro preparado: Dulce descanso y Rayo debilitador
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Nivel 5: Revivir, Toque vampírico
- Conjuro preparado: Revivir y Toque vampírico
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Nivel 7: Guarda contra la muerte, Marchitar
- Conjuro preparado: Marchitar y Guardia contra la muerte
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Nivel 9: Alzar a los muertos, Caparazón antivida
- Conjuro preparado: Caparazón antivida y Alzar a los muertos
Mago
Nivel 2
Los magos son los practicantes supremos de la magia, definidos y unidos como una clase por los hechizos que conjuran. A partir de la sutil onda de la magia que impregna el cosmos, los magos lanzan explosivos hechizos de fuego, arcos voltaicos, sutiles engaños y brutales formas de control mental.
Libro de conjuros
Escuela de nigromancia
La escuela de Nigromancia explora las fuerzas cósmicas de la vida, la muerte y la no muerte. Cuando concentras tus estudios en esta tradición, aprendes a manipular la energía que anima a todos los seres vivientes. A medida que progresas, aprendes a extraer la fuerza vital de una criatura mientras tu magia destruye su cuerpo, transformando esa energía vital en poder mágico que puedes manipular.
Dotes
Estas son las dotes de las que Ivae Mor puede presumir.
Equipo
Otras posesiones
Anota en esta sección las posesiones, objetos y tesoros que vayas consiguiendo para gestionarlo de forma rápida:
Espacios de conjuro
Los espacios de conjuro multiclase se obtienen en función del nivel de poder de lanzador de todas las clases del personaje:
Dominio de la Sepultura de Jergal
Listado de conjuros
Clérigo
Listado de conjuros
Mago
Listado de conjuros
Compañeros
En esta sección puedes importar o crear de cero tus propios compañeros animales, familiares, monturas, compinches, invocaciones u otras criaturas que tengan relación con tu personaje para poder tener un acceso rápido a sus características y botones de acción.