Claymore

Las Cazadoras de Yoma son guerreras que han sido alteradas mediante la implantación de carne y sangre de Yoma, monstruosidades devoradoras de hombres, en sus cuerpos. Esta transformación les otorga fuerza, velocidad y sentidos mejorados, pero a costa de un constante peligro de perder el control y convertirse en las mismas criaturas que combaten. Estas guerreras, conocidas por sus ojos plateados, están en una lucha constante por mantener su humanidad mientras desatan el poder de los Yoma dentro de ellas.

Son guerreros híbridos mitad humanos, mitad monstruos, que reciben su nombre de las grandes espadas que empuñan. Normalmente, los Claymore no se llaman entre sí por el nombre "Claymore"; en cambio, los humanos les dieron este nombre, refiriéndose a ellos como "brujas/asesinas de ojos plateados".

A pesar de que la Organización original y su experimento fueron destruidos por el propio Claymore, la tecnología sigue existiendo entre la interminable galaxia de mundos: heredada de fugitivos de la Organización, de renegados de Claymore o recreada por manos de hábiles científicos y magos.

Claymore es un tipo de guerrero poco común y es bastante difícil en la mayoría de los mundos encontrar la oportunidad de convertirse en uno de ellos. Pero aun así es posible.

De manera similar a la caballería con su código de honor y reglas estrictas destinadas a reducir el número de Despertados, las órdenes Claymore libres se encuentran en muchos mundos. No es menos frecuente que las organizaciones Claymore libres que crean, las tecnologías para la transformación caigan en manos de organizaciones religiosas o gubernamentales que las usan para crear soldados de élite poderosos y estrictamente controlados. De manera similar, la tecnología ha caído en manos de fuerzas del mal que no siempre consideran a Claymore como una "forma infantil" de los Despertados, sino que los usan como agentes en tierras humanas o simplemente convierten a un personaje en Claymore por mucho dinero, pero no tienen en cuenta su destino y las posibles consecuencias.