Autómata combatiente
Con un diseño más recio y poderoso, tu cuerpo ha sido diseñado para el combate. Tienes una forma humanoide voluminosa. El dado de daño para tu puñetazo se incrementa a 1d6 en lugar de 1d4. No sufres penalizador alguno cuando llevas a cabo un ataque letal con tu puño o cualquier otro ataque sin armas.
Origen: Armas y Mecanismos
Herencia de Autómata
Rasgos raciales Autómata combatiente
Tu personaje Autómata combatiente tiene unos cuantos rasgos en común con el resto de miembros de su raza:
Velocidad. 25 pies
Rasgos raciales Autómata
Como subraza de Autómata, tu personaje comparte también los rasgos su raza principal:
Idiomas. Común, Utópico, el idioma del plano del Eje, Tantos idiomas adicionales como tu modificador por Inteligencia (si es positivo). Elige entre abisal, acuano, aurano, celestial, enano, elfo, ígnaro, infernal, térraro y cualquier otro idioma al que tienes acceso (como por ejemplo los predominantes en tu región). A discreción del DJ, si aún tienes recuerdos de tu tiempo en Jistka, podrías hablar jistkano en lugar de común.
Núcleo de autómata. Tu cuerpo contiene un núcleo de autómata infundido de quintaesencia planaria, que te concede impulso para llevar a cabo diversas tareas y alberga tu alma y tu energía vital. Esta energía vital fluye a través de ti en gran medida como la sangre de los humanoides. Como resultado, eres una criatura viva. No tienes las típicas inmunidades de constructo, puedes ser afectado por efectos que tienen como objetivo a una criatura viva y puedes recuperar Puntos de Golpe de forma normal mediante la energía positiva. Además, no quedas destruido cuando te ves reducido a 0 Puntos de Golpe. En lugar de ello, tu energía vital intenta mantenerte activo incluso en situaciones peligrosas; quedas noqueado y empiezas a morir cuando te ves reducido a 0 Puntos de Golpe.
Cuerpo construido. Tus necesidades fisiológicas son diferentes a las de las criaturas vivas. No necesitas comer ni beber. No necesitas dormir, pero sigues necesitando un período diario de descanso. Durante dicho período, debes entrar en un estado de reposo recuperador de 2 horas, que es similar al sueño excepto que eres consciente de lo que te rodea y no sufres penalizadores por estar inconsciente. En gran parte como el sueño, si pasas demasiado tiempo sin entrar en tu estado de reposo, quedas fatigado y no puedes recuperarte hasta que entras en reposo durante 2 horas.
Visión en la penumbra. Puedes ver en luz tenue como si fuera luz brillante, por lo que ignoras el estado de ocultación debido a la luz tenue.
Rasgos: Autómata Constructo