Luhar

Se suele representar a la diosa del crepúsculo como una leona con cabeza de mujer, con la piel tan oscura como la noche y unos ojos que brillan como estrellas. Hay muchos dioses de los sueños, pero para Luhar, la muerte es simplemente el último y más preciado sueño.

Origen: La Extensión de Mwangi
Categoría: Clérigo / Dios
Nivel necesario: 1
Adquisición: Selección

El Sol Poniente

  • Áreas de interés destino, muerte, sueños
  • Alineamiento LN (LB, LN, LM) Fuente divina dañar
  • Aptitud divina Destreza o Sabiduría
  • Habilidad Divina Sigilo
  • Dominios ciudades, oscuridad, sol, sueños
  • Dominios alternativos alma, destino, estrella, celo
  • Conjuros de clérigo 1.er: Dormir, 3.er: Esfera de invisibilidad, 5.º: Caminar por la sombra
  • Edictos conocer la noche y prepararse para enfrentarse a sus criaturas y peligros, buscar siempre tiempo para dormir y soñar, asegurarse de que los demás nunca se vayan a dormir asustados
  • Anatemas permanecer despierto toda la noche sin pararse a dormir o soñar, atacar a una persona o criatura mientras duerme, dejar a un oponente malherido vivo y sufriendo, crear muertos vivientes o hacer preguntas a los muertos
  • Arma predilecta cadena armada

Avatar

Al lanzar el conjuro avatar, un adorador de Luhar obtiene las siguientes aptitudes adicionales.

Luhar Velocidad 70 pies (21 m), ignora el terreno difícil y el terreno difícil mayor; Cuerpo a cuerpo cadena armada (alcance 15 pies [4,5 m], derribo, desarmar, sutil), Daño 6d8+6 cortante; A distancia toque de piedad (incremento de rango de distancia 120 pies [36 m]), Daño 6d6+3 negativo.


Los antiguos dioses del triple sol fueron prácticamente olvidados bajo el gobierno de Walkena, pero a Luhar no le importó ser olvidada. Es la muerte en vida de Walkena lo que encuentra ofensivo, ya que ella le había creado un sueño eterno maravillosamente perfecto. Ahora no sólo rechaza su don, sino que infunde tanto miedo a sus seguidores que su descanso es irregular y breve.

Se suele representar a la diosa del crepúsculo como una leona con cabeza de mujer, con la piel tan oscura como la noche y unos ojos que brillan como estrellas. Se la suele representar a la derecha de Chohar, casi siempre dormida mientras el león del mediodía vigila. Algunos de sus adoradores siguen su ejemplo y echan largas siestas durante el día para estar mejor preparados para vigilar a sus compañeros que duermen por la noche. Los seguidores de Luhar creen que no hay mayor vocación que enfrentarse a los peligros de la noche por el bien de los que uno quiere proteger.

Hay muchos dioses de los sueños, pero para Luhar, lo más preciado es el propio sueño. La muerte es simplemente el último y más preciado sueño. Aunque sigue siendo una experiencia sombría, no es una que los seguidores busquen retrasar. Cuando les llega la muerte, sólo rezan para que sea indolora y rápida. Luhar responde a estas plegarias y se encarga personalmente de cada muerte, haciendo todo lo que está en su mano para que los últimos momentos sean tranquilos. Por ello, siente un gran desprecio por los ladrones de tumbas, los nigromantes y cualquiera que pueda profanar sus dones. En el pasado, las sacerdotisas de Luhar enterraban a los muertos con amuletos de un león de obsidiana. Aunque los amuletos podían ser simples baratijas, algunas creían que, si su fe era fuerte, el león negro se manifestaría con ellas en el más allá y protegería su alma hasta su próxima vida.

En realidad, lo que más molesta a Luhar no es Walkena. Son las personas que sacaron a Walkena de su descanso eterno y expusieron su cuerpo para su propio beneficio las que no pueden ser más aborrecibles para la diosa. Convertir la muerte en un espectáculo para obtener beneficios iba en contra de todas sus enseñanzas. Cuando llegó su hora, Luhar no respondió a sus plegarias. Sus finales no fueron pacíficos. No fueron breves. No encontraron descanso en sus dominios. En cuanto a Walkena, Luhar planea elaborar una nueva muerte para él, más hermosa incluso que la anterior.