Adanye

Adanye es la diosa que enseñó a los primeros guardianes, los félidos, las habilidades necesarias para proteger y defenderse. Les enseñó la importancia del calor del hogar, así como el derecho a la autodeterminación y a la soledad, como dignos de ser defendidos.

Origen: La Extensión de Mwangi
Categoría: Clérigo / Dios
Nivel necesario: 1
Adquisición: Selección

El calor del hogar

  • Áreas de interés hogar, imaginación, protección, soledad
  • Alineamiento LB (LB, LN, NB, CB)
  • Fuente divina curar
  • Aptitud divina Destreza o Sabiduría
  • Habilidad divina Sociedad
  • Dominios deber, familia, protección, reposo
  • Dominios alternativos confianza, fuego
  • Conjuros de clérigo 1.er: Caída de pluma, 2.º: Desorientar, 7.º: Magnífica mansión
  • Edictos guardar un secreto, seguir tu corazón, apreciar un hogar cálido, defender a los que te acogen en su casa
  • Anatemas obligar a cualquiera a realizar trabajos monótonos o sin sentido, negar el apoyo a los seres queridos, rendirse cuando la huida es una opción, destruir un lugar que te ha dado cobijo
  • Arma predilecta garra o kukri

Avatar

Al lanzar el conjuro avatar, un adorador de Adanye obtiene las siguientes aptitudes adicionales.

Adanye Velocidad 70 pies (21 m), Velocidad trepando 70 pies (21 m), inmune a inmovilizado; Cuerpo a cuerpo garra (ágil, sutil, alcance 15 pies [4,5 m]), Daño 6d10+6 cortante; A distancia brasa del hogar (alcance 120 pies [36 m]), Daño 4d6+3 por fuego y 2d6 persistente por fuego.


Cuenta la leyenda que los amurruns (también conocidos como félidos) fueron creados como guardianes contra las amenazas al hogar, la Naturaleza y el mundo en general. Aunque no se considera que la diosa Adanye fuera su creadora, se dice que fue la mentora de estos primeros guardianes y que les enseñó las habilidades necesarias para proteger y defenderse, tanto en el combate como en la interacción prudente con los demás. También les enseñó la importancia de lo que protegían y a identificar el calor del hogar, así como el derecho a la autodeterminación y a la soledad, como dignos de ser defendidos. Se dice que inculcó a los amurrunes su necesidad de soledad y su estima por la imaginación. Como maestra, se la representa como una mujer félida canosa o como una gata junto al fuego de la chimenea, con unos grandes y gentiles ojos llenos de sabiduría.

La fe de Adanye tiene pocos principios y son flexibles. Ayuda a los curiosos y a los errantes a conservar su sentido del yo y su necesidad de mantenerse a salvo a medida que se descubren y crecen. Adanye honra las horas que se pasan soñando frente a la chimenea, ya sea junto a la hoguera de un campamento remoto o en la cocina de una casa familiar de varias generaciones. No proscribe muchos actos. Aumenta la perspectiva fortuita de los félidos, potenciando su curiosidad innata. Su culto tiende a moderar la terquedad y el deseo de vagar, y les recuerda a sus seguidores la seguridad inherente en tener un hogar propio, incluso aunque ese lugar sea temporal. Entiende que a veces la mejor protección pasa por la retirada y les recuerda con dulzura a sus seguidores la virtud de la transitoriedad y de vivir el momento. En lugar de centrarse en el pasado o el futuro, recomienda vivir plenamente el presente: el lugar en el que se está, el hogar junto al que se duerme y la compañía que se tiene en ese momento, especialmente cuando se puede hacer en soledad.

Dado que los félidos del sur de Garund no han establecido grandes comunidades fuera de Murraseth, no hay templos dedicados a Adanye fuera de su tierra natal, sólo pequeños santuarios erigidos por los viajeros, quizá cerca de senderos de montaña poco frecuentados o en los rincones de grandes templos dedicados a otros dioses. Sus adoradores suelen pintar o dibujar su símbolo sagrado, una simple huella de pata de color naranja (o sobre un fondo naranja), que a veces se realza con dibujos de llamas u otro símbolo del fuego, en una piedra angular poco visible de un edificio o en un tronco caído. Adanye tiene afinidad con Desna y con Shelyn, dado que sus intereses coinciden en los soñadores y el individualismo. Aunque mantiene una antigua rivalidad con la diosa felina osiriana Bastet, no dedica mucho tiempo a pelearse. El cuidado de Adanye está totalmente encomendado a sus seguidores.