Eidolón
Origen: Secretos de la Magia
Clase: Convocador
Nivel necesario: 1
Adquisición: Automático
Tienes una conexión con un ser poderoso y por lo general de otro mundo llamado un eidolón, y puedes utilizar tu fuerza vital como conducto para manifestar a dicho ser efímero en el mundo mortal. La magia también fluye hacia ti a través de dicho conducto desde tu eidolón, por lo que éste determina el tipo de conjuros que lanzas y la lista de conjuros de la que los eliges.
Elige un tipo de eidolón de las opciones y otros eidolones a los que tienes acceso. Cuando eliges tu eidolón, también determinas su apariencia y su forma general, dentro de los parámetros de ese tipo en particular. Una vez estableces tu tipo de eidolón y su apariencia general, dichos rasgos ya no se pueden cambiar posteriormente, excepto seleccionando dotes especiales de evolución que pueden hacer que desarrolle nuevos rasgos.
Tu conexión mágica con tu eidolón adopta la forma de un símbolo en cada uno de vuestros cuerpos. Cuanto está manifestado, el símbolo brilla y no puede taparse o disfrazarse de ningún modo; su brillo atravesará la ropa, aparecerá por encima de un grueso manto y no se verá afectado por ninguna magia que pretenda confundir. Esto, combinado con la forma en que ambos actuáis de conjunto, deja claro a un observador inteligente que ambos estáis conectados de alguna forma, incluso si la persona jamás se ha encontrado antes con un convocador. Traes a la realidad a tu eidolón mediante la acción Manifestar eidolón.
Tu eidolón no es un simple esbirro. No tiene ni el rasgo esbirro ni el convocado, y ambos trabajáis juntos y coordináis vuestras acciones. Tu eidolón y tu compartís vuestras acciones y el penalizador por ataque múltiple. Cada asalto, puedes utilizar cualquiera de tus acciones (incluyendo las reacciones y las acciones gratuitas) para ti mismo o para tu eidolón. Coordinas tus acciones con tu eidolón de forma más eficiente cuando Actuáis juntos.
Por último, la conexión entre tu eidolón y tú significa que ambos compartir una misma reserva de Puntos de Golpe. El daño sufrido por el eidolón o por ti reduce tus Puntos de Golpe, mientras que la curación aplicada a uno o a otro recupera tus Puntos de Golpe. Igual que con tus acciones, si tu eidolón y tú estáis sujetos a la vez al mismo efecto que afecta a tus Puntos de Golpe, aplica dicho efecto sólo una vez (aplicando el efecto mayor, si es posible). Por ejemplo, si tu eidolón y tú os veis atrapados en un efecto de área que curaría o dañaría a ambos, sólo se aplica la cantidad superior de curación o de daño.
El equipo y tu eidolón
Tu eidolón no puede llevar puestos o utilizar objetos mágicos, excepto los que tienen el rasgo eidolón. Un eidolón puede tener hasta dos objetos investidos. Tu vínculo con tu eidolón significa que este se puede beneficiar de ciertos objetos mágicos investidos por ti.
- Tu eidolón obtiene bonificadores por objeto a la percepción y a las habilidades debido a cualquier objeto mágico que has investido.
- Tu eidolón incrementa su bonificador por objeto a la CA basada en la runa de potencia de armadura de tu armadura o de tus brazales de armadura. También obtiene los bonificadores de un objeto a sus salvaciones derivados de la runa resistente de tu armadura o de tus brazales de armadura. Otros objetos permanentes que conceden o incrementan bonificadores por objeto a la CA y a las salvaciones podrían conceder un beneficio similar, a criterio del DJ.
- Los Golpes de tu eidolón se benefician de las runas fundamentales y de propiedad de tus vendas de golpes poderosos. Alternativamente, puedes Investir un arma mágica, aunque por lo general las armas mágicas no suelen poderse Investir para compartir sus runas fundamentales y de propiedad con tu eidolón. Compartes estos beneficios tan sólo cuando empuñas el arma, y no puedes tener más de un arma investida de esta forma en un momento dado. En uno u otro caso, el eidolón obtiene sólo los beneficios que puede aplicar a sus ataques, con las mismas limitaciones que se indican en las vendas de golpes poderosos.
Acciones perdidas y alteradas
Si tu eidolón o tu quedáis lentificados, aturdidos, acelerados o afectados de alguna otra forma por algo que cambia las acciones que tenéis al inicio de cada turno, ello afecta a vuestras acciones compartidas. Sin embargo, si ambos os veis sujetos a semejante efecto, aplica tan sólo el más grave. Por ejemplo si tu eidolón o tu os veis lentificados 1, empezaríais vuestro turno con una acción menos, pero si ambos os vierais lentificados 1, seguiríais perdiendo tan sólo una acción, en lugar de sumar los dos efectos. Sin embargo, si tú quedaras lentificado 1 y tu eidolón lentificado 2, tendríais dos acciones menos, puesto que este es el efecto más grave. Si sólo uno de vosotros quedáis restringidos en cómo podéis invertir vuestras acciones, dicha restricción no se extiende automáticamente al otro; por ejemplo si tu eidolón quedara inmovilizado o petrificado, no sería capaz de moverse, pero tú podrías seguir utilizando tus acciones para moverte. El DJ resolverá cualquier acción que no quede clara.
Tú, como jugador, controlas tanto tu convocador como tu eidolón, y se considera que ambos cooperan, a menos que decidas que no lo hacen. Si bien el vínculo de un convocador con un eidolón es una asociación, en definitiva el eidolón está vinculado a ti y no al revés. Si alguna vez surge un conflicto sobre quien debería actuar, la última palabra la tienes tú. Esto significa que si el eidolón queda sometido a un efecto que sustraería sus acciones de tu control (como por ejemplo los estados confuso o controlado), podrías utilizar todas vuestras acciones compartidas de forma que a tu eidolón no le queden acciones con las que causar problemas (mientras tú seas capaz de actuar). Sin embargo, si tu quedaras bajo semejante efecto, simplemente utilizarías todas tus vuestras acciones compartidas, evitando que tu eidolón actuara.