Arquetipos

Estos druidas son capaces de ver y tratar con los espíritus salvajes que moran en Voldor, a quienes otorgan descanso eterno cuando no quedan más opciones.

Estos clérigos están especializados en el aspecto concreto de Ahuraz como señor del destino, aunque es común encontrar clérigos del destino que adoren a otras deidades benefactoras como pueden ser Arastu, Praxis o el Peregrino.

En su templo de Dajsh-Dabbara, a las afueras de Vindusan, la Hermandad de la Luz y el Fuego forma a sus poderosos magos de batalla dedicados a la protección de la ciudad a través de durísimas pruebas y juegos de guerra utilizando sus poderosos conjuros de destrucción.

Tu magia proviene del legado de algún poderoso diablo de los planos inferiores en tu árbol genealógico que te otorga poderes al alcance de muy pocos. Los hechiceros de linaje diabólico no son necesariamente malvados.

Gracias a su fiereza en combate, cargando el primero al frente de sus tropas, los Señores de la Guerra acaban sin piedad con el enemigo mientras gritan órdenes e improperios a sus tropas para que sigan combatiendo.

Emular el arquetipo de Vigilante de los Cielos implica aceptar la incapacidad personal de cubrir un espacio tan vasto como el propio cielo y buscar la ayuda de un ave de presa para dicha tarea, formando una simbiosis entre ambos de la que los dos obtenéis beneficio