Juramento de Herejía

Los herejes vienen en todas las formas, pero aquellos que toman un Juramento de Herejía han sido testigos de una gran revelación: los profetas de la historia son falsos y sus clérigos han sido descarriados, puesto que los dioses han engañado al mundo entero. Los herejes juran esparcir su verdad a cualquiera que escucharía, rechazando a los hombres del clero e inquisidores que carecen de la sensatez de unirse a su revolución. Naturalmente, los herejes terminan su cruzada en una de dos formas: canonizados por revolucionar la fe, o quemador en la estaca por sus transgresiones.
Los herejes podrían aceptar cualquier verdad fundamental que se va sin reconocer. Muchos creen que los dioses son fundamentalmente falsos; un truco causado por los celestiales o altos sacerdotes; mientras que otros simplemente profesan la no necesidad de las deidades para ganar entrada a un más allá. Otros atacan pilares fundamentales de la fe que son erigidos sobre creencias prejudiciales, tales como órdenes sacerdotales que prohíben a gente de otras razas o géneros. Sin importar qué verdad abracen, estos paladines están empoderados por sus creencias y sus juramentos (como todos los paladines), y por lo tanto, pueden realizar cruzadas en rebelión activa contra los dioses.