Senda del dragon

Los bárbaros son bien conocidos por aprovechar los poderes primarios, pero solo unos pocos pueden acceder a uno de los más antiguos y primigenios de todos: el poder de los dragones. En particular, el tipo de dragón que causa tal furia inquebrantable es la variante cromática. No todos los que llevan sangre cromática en sus venas son propensos a estallidos tan violentos y destructivos, pero aquellos que siguen este camino comparten esa ascendencia; su herencia cromática se manifiesta mucho más fuerte que en los demás.

Aunque los dragones cromáticos no son tan famosos por caminar entre las masas mortales como sus primos metálicos, ha habido quienes comenzaron líneas de sangre que se remontan milenios atrás. No importa cuán diluido esté este linaje; siempre puede manifestarse en cualquiera de sus descendientes. Cuando se utiliza correctamente, esta herencia puede convertirse en una poderosa fuerza de ajuste de cuentas.

Debido a su sangre cromática más volátil, aquellos que siguen este camino tienden hacia el Caos, ya que contienen un potente poder destructivo que se agita en los límites de su control, esperando ser desatado. Sin embargo, esto no es la norma, ya que hay quienes han aprendido a dominar sus impulsos.

El zekyl, una subraza élfica creada a través de uniones entre dragones de las sombras y drows, es capaz de aprovechar este camino primordial gracias a las influencias caóticas del Shadowfell. Su comportamiento, normalmente tranquilo y calculado, esconde al violento dragón que acecha en su interior, esperando el momento oportuno para atacar.