Subrazas

Moriste y los enanos y gnomos de Tuergard, basándose en los antiguos constructos dragoaceros, te construyeron un nuevo cuerpo mecánico en el que salvaguardar tu alma.

Tu cuerpo fue forjado con fuego de dragón y creado para combatir a los gigantes durante los tiempos de los Antiguos Imperios. Tu alma es la de un esclavo de los dragones, sacrificado para dotar de vida a un cuerpo inorgánico.

Los elfos antiguos son los supervivientes de entre los primeros elfos que poblaron Laeria llegados desde el plano feérico hace milenios. Estos elfos son inmortales,muy sabios y guardan conocimientos antiguos hoy olvidados.

Los elfos del desierto llevan generaciones recorriendo las amplias llanuras de ceniza, sal y arena de La Estepa. Su magia innata les permite recorrer grandes terrenos rápidamente y utilizar espejismos en su beneficio.

Los elfos de los terrenos pantanoso del Maltharal son más fuertes que otros de su especie y están acostumbrados a respirar los vapores tóxicos del pantano.

Los haranumantinos son los herederos de la diosa dragón Haranuminia. Aunque originalmente tenían sangre de dragón de plata, con el tiempo y para evitar la endogamia, se han mezclado con otros linajes de dragón.

Los Medianos meriandeses son originarios del Archipiélago Negro. Al haber vivido durante generaciones cerca del mar y viajando de isla en isla, tiene una afinidad especial con el agua.

Tus extremidades son compactas pero fuertes.

Más grandes que los demás Resili para mantener su temperatura corporal en las frías aguas oceánicas, son sabios y habituados a la vida en el agua.

Estás acostumbrado a recorrer las llanuras que son el hogar ancestral de tu raza, por lo que eres más rápido y tu vista más aguda.

Los feéricos tienen bastante presencia en Laeria y suelen infiltrarse entre las sociedades de otras razas para espiarlos o manipularlos para conseguir sus intereses, por lo que no es nada raro que tengan amantes de los que podría nacer un semifae.