Arquetipos

El verdadero poder surge cuando el espíritu se rinde completamente al placer del combate, permitiendo que su furia y ego crezcan exponencialmente con cada golpe.

A través de un ritual oscuro, varios encuentros con la muerte o la Diosa Oscura de las Pistolas, tu alma se ha fragmentado, dejándote en un estado entre la vida y la muerte, permitiéndote manipular los poderes oscuros de tus armas una bala a la vez.

Se el más grande, más duro y más malo de todos, para que nadie se interponga en tu camino. Los tanques vivientes son forajidos formidables y extremadamente persistentes.

Espadas barriendo en arcos dramáticos, impulsadas por manos fantasmales y desmembradas: los The Hand son verdaderamente una fuerza a tener en cuenta.

La magia y las armas de fuego no son tan diferentes a tu parecer. Después de todo, si el poder arcano es como la pólvora y el hechizo es la bala, entonces eres como una pistola dirigiendo tus poderes con precisión hacia los demás.

Nada importa para ti más que la libertad. Con un blaster en la mano y el universo lleno de infinitas posibilidades, te repites a ti mismo—no debes darle respuestas a nadie.

Alguien te hizo daño, y te rehúsas a morir hasta que acabes con ellos. Crees que tus armas son la herramienta definitiva para la venganza, el único medio para resolver esa deuda de sangre.

Te han enseñado acabar muy bien con tu enemigo, para ti no es una batalla es una ejecución.