La Bruja

Tu patrón es una bruja ancestral, una figura envuelta en misterio y temor. Esta bruja, cuya existencia trasciende generaciones, es una tejedora de secretos arcanos y poseedora de un conocimiento prohibido. Se dice que su nombre verdadero está perdido en el tiempo, conocido solo por aquellos lo suficientemente valientes o insensatos como para buscar sus dones.

Su influencia se siente en los rincones oscuros del mundo, donde su sombra se alarga y su susurro puede ser oído en el crujido de las ramas secas y en el ulular del viento nocturno. Su poder reside en el equilibrio entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Ella no es ni completamente buena ni completamente mala, sino un ser que entiende y controla ambos aspectos con una precisión inquietante.

Hacer un pacto con esta bruja te ha otorgado acceso a sus vastos conocimientos y a una fracción de su poder. A través de rituales antiguos y palabras olvidadas, te has atado a ella, aceptando las marcas que se manifiestan en tu cuerpo y alma. A cambio de este poder, la bruja te ha impuesto una serie de tareas y misiones, muchas de las cuales están envueltas en enigmas y peligros. Estas misiones son tan variadas como las estaciones, pero siempre tienen un propósito más grande que solo ella entiende plenamente.

Aunque su ayuda puede ser benévola en ocasiones, nunca es gratuita, y sus demandas pueden ser tan oscuras como las fuerzas que manipula. Puede requerir que recolectes ingredientes raros y peligrosos, que destruyas o protejas artefactos antiguos, o incluso que te enfrentes a seres de gran poder. Sus enseñanzas son a menudo crípticas y envueltas en metáforas, obligándote a descifrar sus verdaderas intenciones.

Tu conexión con ella te ha dado una visión única del mundo, una en la que los hilos del destino están siempre presentes y donde las fuerzas invisibles juegan un papel crucial en los eventos diarios. Bajo su tutela, has aprendido a manipular estas fuerzas, a leer los signos en el fuego y a escuchar los susurros de los espíritus. Sin embargo, siempre debes recordar que la bruja te observa, y que su paciencia tiene límites. Cada acto de desobediencia o fracaso tiene sus consecuencias, y estas pueden ser tan terribles como las maldiciones que ella puede lanzar.

En el corazón de todo, la bruja ancestral es un enigma, una entidad que ha visto y moldeado eras. Ser su pupilo es tanto una bendición como una maldición, un camino de poder que pocos pueden comprender y menos aún pueden caminar sin perderse a sí mismos en el proceso.