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Diario de un semiorco, en Dracónido: Segunda entradalunes, 9 de marzo de 2020
La llegada a Pontera fué cuanto menos impactante.
Grokkah en numerosas ocasiones había hablado de las ciudades humanas y cuánta gente podía llegar a haber en ellas... Pero ni en mis sueños más locos me aproximaría a lo que ví ese día, gente por todas partes, negociando, hablando, vigilando, cantando, gritando... Y todos en constante movimiento. He visto humanos antes, y algunas otras razas aunque no se como se llaman en el bosque, pero nunca tantos….
Las construcciones también son algo completamente distinto, piedra y madera mezcladas en una suerte de equilibrio que no logro entender pero que se usa a lo largo de prácticamente toda la ciudad. La robustez de estos ensamblajes es muchísimo mayor que nuestra pequeña choza en el bosque, pero son fríos y todos similares, como si fueran hechos a por mera necesidad en vez de porque alguien lo disfruta.
Después de preguntar por el pueblo donde podría conseguir información de grandes guerreros de la historia humana y preguntar por Vladimir, acabamos llegando a lo que los humanos llaman biblioteca, un edificio en el que se acumulan libros y conocimiento en estanterías y los “bibliotecarios” se encargan de ordenarlo y cuidarlo. Me pregunto si algún orco ha pensado alguna vez en recopilar su conocimiento de esta manera, yo solo he conocido a Grokkah y… Bueno Konah no es orca pero se ha criado como una y a ninguna de las dos parece importarles mucho estos libros…
Oh… No contaba yo con que los humanos escriben diferente a los orcos. Si bien los orcos no hacen libros si tienen escritura, aunque mayormente se usa para señalar cosas, alguna vez para enviar un mensaje, pero los símbolos humanos no se parecen en nada, son… Simples? Quiero decir, los trazos no son tan sobrecargados, parece que fluyen uno tras otro y acaban siendo más placenteros a la vista. Aprender a leer y escribir, aunque sea torpemente, ha sido más complicado de lo que esperaba. Incluso con la ayuda de un anciano bibliotecario que me enseñó a cambio de un poco de ayuda colocando libros en las estanterías a las que él no llegaba, he tardado varios días en entenderlo, pero no ha sido un esfuerzo inútil.
Resulta que Vladimir es mencionado de pasada en varios relatos de hace 10 años. En algunos lo llaman cazador de monstruos, en otros druida, alquimista y monje del… Templo del Guantazo Eterno? Algo de esto será verdad? Es un tanto confuso, pero lo único que he podido sacar en claro es que hace 10 años partió hacia algún sitio y nadie sabe donde.
Han pasado desde que llegamos a Pontera 15 días, en la parte intramuros de la ciudad de vez en cuando se escucha algún insulto dirigido a nosotros por no ser humanos, pero parecen más sacados del miedo que de una antipatía real. Aunque gracias a estos insultos pudimos en su momento encontrar un sitio en el que dormir en un pequeña posada del arrabal.
Las monedas empiezan a escasear, en el arrabal me han dicho que vaya a preguntar dentro de la ciudad, quizá en alguna taberna pueda haber trabajo para aventureros y puesto no creo que saquemos más información sobre Vlad, quizá sea un buen momento para seguir camino. Bajo la idea de preguntar en alguna taberna, hemos encontrado una con el nombre de El Puerco Rosado, curioso nombre.
Al entrar, el bullicio de gente que había era sorprendente. Desde fuera se escuchaba alboroto, pero en pasar el umbral de la puerta era asombroso, casi como si alguien hubiera gritado “HIDROMIEL GRATIS” y todos hubieran entrado de golpe.
Pregunte sobre ofertas de trabajo al que parecía ser el dueño de la taberna, pero sus sugerencias no eran exactamente lo que buscaba. Mientras, Konah decidió acercarse a una mesa en el fondo de la estancia con un par de semielfas como ella de cabello cobrizo y aspecto de aventureras.
Resulta que las dos hermanas, Marim y Mirim, son gemelas y trabajan en un gremio independiente de expropiación y reubicación de materiales y bienes diversos. El éxito de su empresa las había puesto en una situación incómoda con el resto de la ciudad, pero al mismo tiempo se habían hecho suficiente nombre como para no ser molestadas.
En el momento en el que me iba a dirigir a mi hermana a comunicarle las malas noticias, un pequeño hombre vestido con atuendos de hombre sabio de color verde, llamó mi atención con un sutil “no he podido evitar escucharte” en lo que ha sido hasta ahora nuestro mayor golpe de suerte. Pago por adelantado por el valor de 500 oros si vamos a la ciudad del fin del mundo recogemos una llave y volvemos antes de un año y dos semanas y 500 más al volver. Estando ambos de acuerdo con las condiciones mentadas, mi hermana y yo firmamos el contrato y recibimos un mapa mágico de la zona.
Con la nueva y renovada solvencia económica, y un destino lejano al que llegar, les propusimos a Marim y Mirim si nos querían acompañar en esta aventura. Los términos no han quedado claros pero no se si ahora nosotros somos parte de su gremio, subiendo el total de componentes a 4, o si es una alianza provisional nacida de la conveniencia mutua… En cualquier caso debo mantener la guardia, son profesionales del hurto, podría ser que en cualquier momento nos saqueen y huyan con nuestros bienes… Aunque sinceramente espero que no sea así… Ambas gemelas son una delicia para la vista. Creo que pasar tanto tiempo con Grokkah y Konah ha alterado mi sentido del gusto un tanto.
Como la travesía a pie a la siguiente ciudad tomaría aproximadamente una semana, decidí invertir parte del dinero que habíamos ganado (sin esfuerzo alguno debo añadir) en acelerar un poco el viaje con un par de caballos y un carro para ir montados en el. Una vez en el carro, Mirim demostró la capacidad de adaptación que poseen, convirtiendo un simple carro de carga en meros momentos en una confortable zona de descanso. Por lo poco que hemos hablado hasta ahora, parece que han elegido este camino de vida por diversión más que necesidad, su padre si bien parecía ser un hábil artesano, a las gemelas les aburría ese estilo de vida, y tras descubrir la habilidad natural de ambas para el uso de sus armas predilectas decidieron formar el gremio.
Tras unas cuantas horas de viaje hemos decidido hacer una parada para estirar piernas comer un poco y lo que se preste, pero Konah ha descubierto algo extraño en el bosque que linda la carretera, una formación perfectamente circular de arena en mitad del pasto, de índole mágica y un pequeño constructo de piedra a modo de guardián. En el centro del círculo de arena, parece haber una entrada a un nivel inferior, Konah insiste en ver que hay dentro y yo no veo razón para negarme… Bueno, hay un cacho de piedra en el camino pero nada que enfadarse un poco no solucione.
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Diario de un semiorco, en dracónido: Primera entradasábado, 7 de marzo de 2020
Por lo que Grokkah nos ha contado, todo lo que tiene que ver con Vladimir esta envuelto en misterio, conflicto (quiera él o no) y drogaina, posiblemente (probablemente) en altas dosis.
Un día como cualquier otro, volvían los cazadores de asediar un asentamiento humano, el botín no era ni abundante ni escaso, pero los heridos eran numerosos. Grokkah no disfrutaba con esto, antes los asedios eran algo honorable, había guerreros de otras razas que luchaban y si los orcos eran victoriosos regresaban con un buen botín, pero últimamente los humanos habían optado por construir muros de piedra y sus arqueros mermaban los números orcos rápidamente desde la seguridad de unas torres a las que nuestros pocos arqueros ni siquiera alcanzaban. En numerosas ocasiones Grokkah, una de las voces con más fuerza en nuestra aldea le había dicho a Bronto que teníamos que cambiar nuestra forma de vivir, pero Bronto, anclado en las tradiciones antiguas y por lo visto un estúpido aunque poderoso guerrero, era quien tomaba las decisiones según las leyes orcas. Irónicamente, estas discusiones aparte de poco productivas solían ir seguidas de una proposición de reproducción, lo que digamos que Grokkah rechazaba de una manera un tanto contundente, lo que normalmente acababa con algunos huesos rotos o algún diente por ahí perdido. Si Grokkah hubiera nacido macho habría sido jefe de guerra, pero nació hembra, y por suerte para mí. Poco antes de lo que los humanos llaman tarde una sombra gigantesca cubrió la aldea, y poco a poco fue reduciendo en tamaño mientras... UN HUMANO! UN HUMANO CAYÓ DEL CIELO! Y después un caballo con alas bajo tras él, como si enviados por alguna especie de diós los hubiera enviado a través de la Bola de Fuego del cielo. Obviamente ante la osadía del humano Bronto quiso capturarlo, o matarlo, o a saber... Pero antes de que pudiera hacer nada, el humano lo desafío a un combate, bajo las siguientes condiciones "usa la arma que quieras, yo solo usaré mis puños, pero si soy el ganador me consideraréis uno de los vuestros lo que dure mi estancia esté aquí, mientras descanso para seguir mi camino" invocando sin querer un combate por el liderazgo de la aldea...
El combate... No, no fue un combate, el humano ganó a Bronto de un solo revés de mano. El orco nunca había recibido un golpe así, no sólo fue el daño, fue la humillación, ni siquiera Grokkah con su maza le había tirado al suelo de un solo golpe, pero el humano lo consiguió y en el suelo estaba Bronto, tapándose la mejilla confuso, rabioso, humillado sin saber qué hacer. Ahora convertido en el jefe de guerra, el humano preguntó que donde podrían pasar la noche él y su montura, la barrera de idioma era importante y fue como entre el común pobre de los orcos y los gestos improvisados simulando acciones, el humano aceptó ser jefe de guerra y compartir lecho con Grokkah, que había visto el combate y estaba impresionada con el poderío de tal espécimen. Según Grokkah, al caer la noche, fue cuando Vladimir, el extraño humano, empezó a entender lo que había aceptado, parece que dudo un momento y luego contesto "yo solo quiero un sitio en el que poder descansar, la compañía se agradece, pero lo de ser líder de la aldea me queda un poco grande". En ese momento, de la mochila del humano fue cuando salió una pequeña figura con orejas puntiagudas, pelo azabache, prendas de seda y piel blanca como la nieve. Vladimir exclamó algo que Grokkah no entendió, y acto seguido procedió a darle algo de alimento a la pequeña. Grokkah extrañada de la falta de habilidad del humano alimentando a su cría empezó a ser ella quien le daba de comer. Y así mi madre y mi hermana se conocieron. Resulta que Vladimir había estado viajando con la pequeña, todavía sin nombre, y se dirigía a un lugar peligroso, así que preguntó si podría dejar a la niña unos días allí mientras él volvía a lo que Grokkah no tenía problemas mientras siguieran compartiendo lecho... Si, Grokkah siempre ha sido tan contundente como su maza...
Durante una semana o dos, Vladimir enseño a los orcos nuevas maneras de conseguir alimento, en la recolección y cultivación de plantas... Muchos orcos, por la conveniencia de estos sistemas, o por la promesa de los frutos, o simplemente porque su "jefe de guerra" lo había dicho aceptaron las explicaciones como órdenes o una nueva ley. También explicó varias historias de cómo gracias a las plantas y cómo usarlas había ganado muchas batallas, cosa que aún motivo más a los orcos, pero como en todas partes, había orcos que no estaban conformes con la nueva forma de vida. Un momento muy intenso fue cuando dijo que él tenía que irse, y que todos deberían seguir a Grokkah mientras el no volvía, que como su hembra y la más fuerte del poblado mandaría en su ausencia. Curiosamente durante un tiempo funcionó, la fuerza y la inteligencia de Grokkah, junto con los nuevos métodos de recolección y cultivo hicieron de la aldea un sitio más próspero, pero poco a poco los orcos empezaban a sentir esa tan familiar necesidad de sangre y de conflicto. Grokkah de vez en cuando salía de asedio en grupos pequeños con esos orcos que necesitaban el conflicto para que se relajaran, pero poco a poco empezó a ser insuficiente y ahora que ya hacía tiempo que no se sabía nada de Vladimir y los orcos empezaban cada vez más a estar inquietos Bronto volvió a la carga. Lo que nadie sabía es que en secreto, Grokkah había estado cuidando de una pequeña elfa e incluso dado a luz a su propia cría, un pequeño orco grisáceo, yo.
Ese día marcó el fin de la casi pacífica vida de los orcos que había durado cerca de un año. Grokkah en ese momento me metió en una mochila, agarró a su otra "hija" con un brazo y su martillo en la otra, amenazó a todo aquel que se acercará y huyó del poblado para nunca mirar atrás.
Tras pasar por varios poblados y bosques, Grokkah se asentó en una caseta en un bosque. Allí nos enseñó a cazar, a pensar y a sobrevivir en equipo, si puedes confiar en alguien es en la familia, aunque la familia no siempre comparta sangre.
A día de hoy, 17 años después, nunca hemos vuelto a saber nada del poblado orco ni de Bronto pero con lo vengativo que es aún es posible que nos siga buscando. Mi hermana, Konah, se ha convertido en una belleza y una constante fuente de dolores de cabeza. Grokkah en su vejez, reforjó su maza en una hacha, y me la dió como parte de un antiguo rito orco de mayoría de edad. Dijo que buscáramos a nuestro padre, que le gustaría volver a verlo, ella se quedaría en el bosque que estaba mayor para largas travesías, pero bien sabemos que la vieja testaruda aún sigue siendo una fuerza de la naturaleza. Así que con un objetivo, sin idea de cómo siquiera empezar a buscarlo y ganas de explorar mundo, Konah y yo salimos dirección a una ciudad cercana, la ciudad de Prontera.
Koko's Bizarre Adventure
En el diario de campaña encontrarás el resumen de tus partidas, incluyendo imágenes, para no perder detalle de las aventuras que habéis compartido.