Repent

Luego de haberse apoderado de los preciados planos, a Zawa, Kaiser y Jumex se les encomendó una trascendental empresa que requería una sagaz infiltración. Su misión los condujo a un viaje intrépido, en el cual debieron burlar una serie de formidables obstáculos. Con perseverancia y maestría, finalmente lograron abordar un majestuoso tren, donde su pericia les permitió sortear cada desafío que se interponía en su camino.

Una vez a bordo del imponente convoy, se toparon con la presencia de dos de sus aliados: Diógenes e Yveltal, cuyas habilidades se revelaron como un valioso refuerzo. En medio de la penumbra que envolvía a la composición ferroviaria, una figura enigmática se aproximó sigilosamente, revelando su posición como líder de la resistencia, a la cual todos ellos se habían unido. La misteriosa figura desveló la magnitud de la causa que compartían.

Sin embargo, su presencia no pasó desapercibida para los vigilantes del tren, quienes comenzaron a percatarse de su intrusión. Fue entonces cuando, en una huida frenética, lograron evadir la inclemente persecución, asegurando su llegada a destino.

Bajo la penumbra de un sótano clandestino, escondido en los lúgubres confinamientos de los barrios más desolados del reino, convergieron seres de diversa índole. Entre las sombras se encontraban Kaiser, Jumex y Zawa Seri, designados por un anciano enmascarado para emprender una arriesgada misión: infiltrarse en un imponente castillo y sustraer unos vitales pergaminos.

Una vez adentrados en los muros de la fortaleza, se vieron abrumados por obstáculos inesperados. Enfrentaron la amenaza de los guardias, arqueros diestros que lanzaban flechas con destreza mortal, como si fueran saetas de la propia muerte. No obstante, valiéndose de astucia y habilidad, sortearon los proyectiles asesinos y finalmente hallaron refugio en un rincón secreto del castillo, donde la oscuridad y el sigilo se aliaron con su causa.