Ruler

Los Ruler son elegidos no por deseo ni ambición, sino por el equilibrio mismo. Manifestaciones del juicio divino, estos guerreros santos actúan como jueces neutrales en conflictos que amenazan con desbordarse, guiados por una fuerza mayor que vela por la historia y el orden. Su presencia impone respeto incluso entre los enemigos más acérrimos, pues donde se alzan, no hay espacio para el ego ni para el caos: solo la ley del cielo.

Como Ruler, no luchas por tu gloria ni por tu causa, sino para proteger el equilibrio sagrado. Actúas como intermediario, defensor y, llegado el momento, ejecutor. Te vales de conjuros y auras que protegen a los inocentes, debilitan a los corruptos y obligan a los más poderosos a responder ante la justicia. Tu voz puede convertirse en mandato, y tu juicio, en salvación o condena.

Este camino exige autocontrol, fe inquebrantable y la voluntad de cargar con decisiones que otros temen tomar. No basta con blandir la espada; debes entender cuándo levantarla y cuándo bajarla. El Ruler no es un líder por título, sino por ejemplo: firme, compasivo, e incorruptible, incluso cuando todos los demás han caído.