Leyenda de la Bruja de Cólquida

Una desafortunada princesa que fue etiquetada como bruja en la mitología griega. Ella era la princesa de Cólquida, y la poseedora del Vellocino de Oro. Su padre, el rey Aetes de Cólquida, se destacaba en la magia, y como su hija; ella también fue educada de esa manera. Su personalidad en ese momento estaba lejos de lo que se llamaría una bruja, y su destino se confundió luego de que el famoso héroe de la Expedición del Argo, Jasón, apareciera ante ella.

Jasón discutió con el rey Pelias, el usurpador del país de su padre, Iolco; y finalmente le hizo prometer que devolvería el país si viajaba al este, hacia Cólquida, y regresaba con el Vellocino de Oro. Este fue apoyado por la diosa Afrodita, quien, al darse cuenta de que el rey de Cólquida era inquebrantable; decidió controlar la mente de Medea para ayudar a Jasón. Medea entonces fue hecha para amar ciegamente a Jasón, lo que llevó a que esta traicionara a su padre y a su país por un extranjero que nunca había visto. Sus habilidades le permitieron anular la magia de su padre y a los bueyes encantados que respiraban fuego, lo que dio a Jasón la oportunidad de obtener el Vellocino de Oro.

El rey Aetes se enfureció y decidió dirigir personalmente a su ejército para capturar a Jasón antes de que abandonara el país. En ese momento, Afrodita usó una vez más a Medea para ayudar a Jasón a escapar forzándola a matar a su propio hermano, Apsirto. Si bien ella solo conocía a Jasón por su nombre, su amor forzado la llevó a abordar su barco, el Argo, y a cortar a su hermano en pedazos ante los ojos de su padre. El rey, vencido por el dolor, ordenó la recolección de las piezas de su hijo muerto, lo que permitió que el Argo escapara de sus perseguidores.

Al regresar a la seguridad de su tierra natal, Jasón pidió el regreso de su país como se le había prometido, pero el rey Pelias se negó. Este formuló un plan para asesinar a Jasón, por lo que Jasón se vio en la necesidad de confiar en la magia de Medea para escapar del peligro en tres ocasiones. A esta eventualmente se le ocurrió un plan para Jasón, en el que invitaron al rey Pelias a visitarlos para ella mostrar su magia. Estos mataron al sirviente de Pelias frente a él y lo revivieron con su magia para mostrar un hechizo de inmortalidad. Medea se ofreció a lanzar el mismo hechizo en el rey, quien estaba feliz con la propuesta. Pelias entregó su cuerpo voluntariamente, sin embargo este quedó hecho pedazos y fue arrojado al mar.

Tras eso, Jasón se convirtió en el rey; pero sus compañeros argonautas no aprobaron su conducta y, sobretodo, desaprobaron la existencia de Medea. Estos la denunciaron como una bruja que traicionó a su país por un hombre, mató a su hermano para salvarse y ahora había tomado el trono por engaño. Ambos fueron expulsados del país y huyeron a Corinto, donde fueron recibidos por el rey. Medea finalmente había encontrado un pacífico descanso en esa tierra tras haber sido secuestrada y denunciada, pero no duró mucho.

El rey de Corinto le tomó cariño a Jasón y decidió que su hija se casaría con él. Jasón también decidió elegir a la joven hija del rey sobre Medea, lo que condujo al exilio de esta última. Sus acciones posteriores fueron las que realmente la marcaron como una bruja. Ella apareció en la boda de Jasón e hizo arder a todos los que asistieron con su magia. Todos murieron excepto Jasón, incluido el rey de Corinto y su hija; desconociéndose el destino de Medea después de que dejara Corinto. Como su vida estaba llena de traición, se dice que la princesa se convirtió en una verdadera bruja y continuó vagando por el territorio griego.

Si bien Medea no es propiamente un espíritu heroico, esta realmente no cae en la categoría de anti-héroe.Una desafortunada princesa que fue etiquetada como bruja en la mitología griega. Ella era la princesa de Cólquida, y la poseedora del Vellocino de Oro. Su padre, el rey Aetes de Cólquida, se destacaba en la magia, y como su hija; ella también fue educada de esa manera. Su personalidad en ese momento estaba lejos de lo que se llamaría una bruja, y su destino se confundió luego de que el famoso héroe de la Expedición del Argo, Jasón, apareciera ante ella.

Jasón discutió con el rey Pelias, el usurpador del país de su padre, Iolco; y finalmente le hizo prometer que devolvería el país si viajaba al este, hacia Cólquida, y regresaba con el Vellocino de Oro. Este fue apoyado por la diosa Afrodita, quien, al darse cuenta de que el rey de Cólquida era inquebrantable; decidió controlar la mente de Medea para ayudar a Jasón. Medea entonces fue hecha para amar ciegamente a Jasón, lo que llevó a que esta traicionara a su padre y a su país por un extranjero que nunca había visto. Sus habilidades le permitieron anular la magia de su padre y a los bueyes encantados que respiraban fuego, lo que dio a Jasón la oportunidad de obtener el Vellocino de Oro.

El rey Aetes se enfureció y decidió dirigir personalmente a su ejército para capturar a Jasón antes de que abandonara el país. En ese momento, Afrodita usó una vez más a Medea para ayudar a Jasón a escapar forzándola a matar a su propio hermano, Apsirto. Si bien ella solo conocía a Jasón por su nombre, su amor forzado la llevó a abordar su barco, el Argo, y a cortar a su hermano en pedazos ante los ojos de su padre. El rey, vencido por el dolor, ordenó la recolección de las piezas de su hijo muerto, lo que permitió que el Argo escapara de sus perseguidores.

Al regresar a la seguridad de su tierra natal, Jasón pidió el regreso de su país como se le había prometido, pero el rey Pelias se negó. Este formuló un plan para asesinar a Jasón, por lo que Jasón se vio en la necesidad de confiar en la magia de Medea para escapar del peligro en tres ocasiones. A esta eventualmente se le ocurrió un plan para Jasón, en el que invitaron al rey Pelias a visitarlos para ella mostrar su magia. Estos mataron al sirviente de Pelias frente a él y lo revivieron con su magia para mostrar un hechizo de inmortalidad. Medea se ofreció a lanzar el mismo hechizo en el rey, quien estaba feliz con la propuesta. Pelias entregó su cuerpo voluntariamente, sin embargo este quedó hecho pedazos y fue arrojado al mar.

Tras eso, Jasón se convirtió en el rey; pero sus compañeros argonautas no aprobaron su conducta y, sobretodo, desaprobaron la existencia de Medea. Estos la denunciaron como una bruja que traicionó a su país por un hombre, mató a su hermano para salvarse y ahora había tomado el trono por engaño. Ambos fueron expulsados del país y huyeron a Corinto, donde fueron recibidos por el rey. Medea finalmente había encontrado un pacífico descanso en esa tierra tras haber sido secuestrada y denunciada, pero no duró mucho.

El rey de Corinto le tomó cariño a Jasón y decidió que su hija se casaría con él. Jasón también decidió elegir a la joven hija del rey sobre Medea, lo que condujo al exilio de esta última. Sus acciones posteriores fueron las que realmente la marcaron como una bruja. Ella apareció en la boda de Jasón e hizo arder a todos los que asistieron con su magia. Todos murieron excepto Jasón, incluido el rey de Corinto y su hija; desconociéndose el destino de Medea después de que dejara Corinto. Como su vida estaba llena de traición, se dice que la princesa se convirtió en una verdadera bruja y continuó vagando por el territorio griego.

Si bien Medea no es propiamente un espíritu heroico, esta realmente no cae en la categoría de anti-héroe.

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