Leyenda del Último Faraón

Cleopatra VII, una reina trágica que dejó su belleza en la historia.Una persona del siglo I a.C.. La última reina de la dinastía Ptolemaica y esencialmente reconocida como la Última Faraón del Antiguo Egipto. En muchas obras literarias, se la describe como una belleza exuberante que se entregó al amor y se apropió de su país, pero la verdad es todo lo contrario. Se autodenominó la encarnación de la diosa Isis y destacó en muchos aspectos, dedicando toda su vida a proteger la dinastía Ptolemaica de Egipto hasta el final. Sin embargo, no fue capaz de oponerse a la furiosa era que se arremolinaba en el mundo mediterráneo, y terminó renunciando a su propia vida. Con su muerte, la dinastía llegó a su fin.

Aunque Cleopatra tiene una cierta imagen de reinar sobre Egipto en función de su belleza, no podría estar más alejada de la realidad. Era profundamente inteligente, dominaba múltiples idiomas y, sobre todo, era una brillante economista. Se dice que llevó al Egipto ptolemaico, un país inferior en fuerza militar, a convertirse en una de las principales economías del mundo.

La Gran Faraón. Consciente de su encanto, Cleopatra lo convirtió en su mayor arma de seducción, y si era capaz de atraer una pareja, un hombre encantador estaría bien. Y por «encantador» no se refería necesariamente a la apariencia, sino que lo más importante era lo que había en el interior. Si uno se vuelve cercano, es bueno dedicar su vida entera. El matrimonio era algo hermoso. Conocer el amor en paz, dar a luz a hijos y desear el reconocimiento adecuado. Una de las dos personas que le consagraron su mayor amor en vida, el general Caesar del Imperio Romano, se enamoró de su escabroso intelecto y de sus ambiciones, pero incluso cuando la propia Cleopatra pensó que era un hombre de buena figura, «la perdió».

Cleopatra amó a dos hombres en su vida. Primero, Caesar, de quien se enamoró perdidamente. La intensidad de sus sentimientos y pasiones hacía que hasta el viento que aleteaba en el mar Mediterráneo pareciera chispeante. Pero él murió, dejando atrás a su hijo Caesarion. Fue asesinado justo cuando la unificación del mundo mediterráneo estaba frente a sus ojos. Y entonces, hubo una persona que se presentó ante ella mientras estaba perdida en lágrimas. El hombre que le dijo que la protegería a ella y a la dinastía Ptolemaica de Egipto, el general Marco Antonius de Roma. Amó a su país, a su pueblo, y a dos hombres: Marco Antonius y Julius Caesar; y al final ella se suicidó.

Murió tras enamorarse de dos hombres. Cleopatra estaba enamorada. Sus sentimientos eran verdaderos. No estaba tramando nada... Sin embargo, no solo en la posteridad, sino en aquellos tiempos, se dijo unánimemente que «esta mujer endemoniada sedujo a los generales romanos», y como resultado, después de convertirse en un espíritu heroico y haberse materializado como servant, adquirió la existencia de la «mujer seductora dotada de una belleza diabólica». Aun así, por una cuestión de orgullo, solo se permite enamorarse de los caballeros más espléndidos. Una figura que esté dotada de sinceridad en su interior y que no tenga remordimientos al morir juntos, solo un compañero similar a los hombres que amó en el pasado puede, totalmente, seducirla.

Estrictamente hablando, se ha demostrado que el «último faraón» es su propio hijo Caesarion, que fue elegido como gobernante conjunto con Cleopatra en los últimos años de su vida. Esto se debe a que, tras la muerte de Cleopatra, Caesarion vivió al menos unos días más. Sin embargo, Caesarion solo tenía nueve años cuando perdió la vida. Así que, de hecho, la «última Faraón» que luchó contra el destino y gobernó el país fue Cleopatra.

Servant Skills

• Privilegio Imperial
• Protección de la Diosa
• Golden Rule (Riqueza y Cuerpo)