Leyenda de la Flecha de Venus

Ishtar es la diosa de la belleza, las buenas cosechas, la guerra, la lujuria, la discordia y la fertilidad en la mitología mesopotámica, sumeria o babilónica, así como una de las muchas diosas madres cuyo poder se deriva de la Madre Tierra. Se dice que es la diosa más mimada, o mejor dicho, la más querida por los otros dioses. Se decía además que su nombre sumerio era Inanna, siendo su título más antiguo, mientras que Ishtar, la «Diosa del Cielo», es su nombre acadio.Ella es una deidad de Venus que gobierna sobre las buenas cosechas brindando prosperidad a la gente, y también una diosa que rige sobre la guerra y la destrucción como una gran deidad que, entre las deidades, recibió muchos derechos y autoridades de los dioses. En la mitología sumeria, Ishtar desempeña un papel activo como una diosa dinámica y la heroína de la historia, poseyendo así varias anécdotas. Particularmente entre ellas, una famosa es su entrega de la ciudad de Uruk a una temible bestia divina llamada el «Toro del Cielo», causando así que la ciudad estuviera al borde de la destrucción. En cualquier caso, ella es una molestia para los demás.

Ishtar es una deidad fantasiosa que es libre e incontrolada, siendo famosa por tener numerosos amores. Se dice que ella hacía avances con toda su energía en aquellos a quienes le gustaba, independientemente de si fueran humanos u otras deidades, y también que tenía muchos amantes, sin importar que fueran del dominio de los hombres o del dominio de los dioses. Por otro lado, Ishtar mostró una crueldad demoníaca hacia aquellos que no se inclinaron ante su voluntad. Ella es una deidad que fue perfeccionada como tal, una que generalmente tomaba el control y el mando de las cosas sin compromiso. Se decía que el motivo para traer a la bestia divina a la Tierra era el resultado de que el Rey de los Héroes, Gilgamesh de Uruk, no haya respondido a sus tentaciones.

Recomendación de Servant Skills

• Gran Corona Brillante
• Mana Burst
• Manifestación de la Belleza
• Núcleo Divino de la Diosa