Leyenda de la Rebelión

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Leyenda de la Rebelión

El Caballero de la Traición y el «hijo» del rey Arturo; pero la realidad es que es una mujer criada como varón y el heredero secreto al trono. Ella es considerada una «villana inusual» que ensució una leyenda gloriosa al final de su vida.

Mordred nació de la unión entre Arturia y su hermana Morgan le Fay mediante circunstancias poco ortodoxas. Arturia en ese momento era un pseudo-hombre por la influencia de la magia de Merlín, y fue encantada por un hechizo de Morgan para extraer su esperma. Morgan lo desarrolló dentro de su propio ovario e hizo del niño un clon-homúnculo exacto de Arturia. Debido a su condición como homúnculo, su crecimiento fue rápido en comparación con un humano normal y su tiempo de vida fue corto. Fue criada en secreto y se le pidió que ocultara su rostro y obedeciera al rey hasta que llegara el momento.

Cuando Morgan le dijo que tenía derecho a heredar el trono, le pidió a Mordred que un día derrotara al Rey de los Caballeros y ocupara «su» lugar. Mordred tenía la misma obsesión que su madre, pero antes que todo eso sucediera adoraba al rey Arturo. Se sentía avergonzada por su retorcido nacimiento, actuando inconscientemente celosa de las personas normales y, con la especial inocencia que poseen los niños, admiraba al «rey perfecto». Se le dio un casco que le dijeron que nunca se quitara delante de otros, la enviaron a Camelot por recomendación de Morgan, y a través de una presentación de su excelente esgrima, se convirtió en uno de los Caballeros de la Mesa Redonda. De esta forma, Mordred recibió una espada a pesar de sus orígenes desconocidos debido a sus habilidades y su caballerosidad.

Ella defendía el camino de los caballeros como solo se podía encontrar en los libros de imágenes, trabajando duro todos los días para ser el caballero perfecto mientras ocultaba su disgusto por los demás. Al final, incluso esa inocencia fue destrozada por Morgan, quien le reveló los secretos de su nacimiento. Ella se enteró de su parentesco y que el rey tampoco lo sabía. Morgan trató de inculcarle que el rey nunca aceptaría a una niña tan sucia, pero ella, conmocionada, estaba envuelta en regocijo. Si bien no era un ser humano adecuado, compartía la misma sangre que el rey, y el ser «hijo» de un gobernante superior la hacía sentir orgullosa del hecho de no ser humana. Mordred sintió que en nombre, realidad, mente y cuerpo, ella era la adecuada para ser la verdadera sucesora del Rey de los Caballeros.

Mordred fue a ver al rey sin tener los más mínimos sentimientos de rebelión, y estimulada por la verdad se acercó con deleite. Había sido criada sin un padre, y aunque el rey era la misma figura paterna para ella, Arturia la rechazó muy claramente. Ella dijo que, si bien Mordred ciertamente nació de su enlace con su hermana, no reconocería a Mordred como su «hijo» ni le daría el trono. Mordred creía que debido al odio del rey por su madre sería imposible que la aceptara como su hijo. Pensando que esa era la razón por la que su posición era la más débil, no importaba cuánto lo intentara incluso si sobresalía sobre todos; el rey siempre la vería como una niña sucia desde el momento en que nació de Morgan. Fue en ese momento que su gran amor por el rey se convirtió en un ardiente odio.

Como resultado de eso, la desconfianza de la Mesa Redonda hacia el rey se extendió, y las luchas de poder en Camelot comenzaron una vez que el rey partió para la expedición de Roma. Mordred se convirtió en la líder de la rebelión, representando el descontento nacional hacia Arturia. Después de que el rey finalmente regresó de una larga y tediosa batalla, Mordred se enfureció, afirmando que lo odiaba y que solo ella estaba preparada para estar en el trono. La verdad del asunto era que ella solo quería ser aceptada por Arturia y ser llamada «hijo». El conflicto finalmente llevó a la batalla final, la Batalla de Camlann, donde ambos ejércitos murieron en una batalla acalorada. Los pocos caballeros que se quedaron con el rey perecieron al poco tiempo, dejando solo a Arturia y Mordred en pie.

Las dos se enfrentaron en una colina de espadas en medio de un ardiente campo de batalla, donde Mordred señaló que el país había terminado y que el vencedor ya no importaba porque todo había desaparecido. Culpando la situación por no haberle dado la corona, ella le preguntó si en verdad era tanto su odio por el «hijo de Morgan». Arturia respondió sin emociones: «No te desprecié ni una sola vez. Había una sola razón por la que no te iba a dar el trono. No tenías la capacidad para ser rey». Mordred se lanzó hacia adelante mientras era conducida por la pasión, y finalmente fue derrotada de un solo golpe, colapsando mientras aún estaba siendo perforada por la lanza sagrada Rhongomyniad. Liberada de la máscara que se le impuso, con una cara idéntica a su «padre», Modred la llamó mientras extendía su mano empapada en sangre para tocarla al menos una vez, pero ni siquiera ese deseo le fue concedido antes de morir. Debido a que fue atada por una fuerte maldición, Mordred levantó su espada después de su muerte y logró herir fatalmente a Arturia, quien murió más tarde debido a sus heridas.

Recomendación de Servant Skills

  • Carisma
  • Continuación de Batalla
  • Instinto
  • Mana Burst

  Origen: A Fate Unlimited

  Leyenda de Saber

Tabla de Leyenda de la Rebelión

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