Juramento de la Cruzada Divina

Las paladines que toman el Juramento de la Cruzada Divina son guerreras sagradas dedicadas a la causa divina, con una fe inquebrantable y una apariencia que recuerda a una monja o clériga de batalla. Luchan para defender a los oprimidos y purificar el mal, usando su fervor religioso y su entrenamiento en combate para llevar la justicia divina al campo de batalla. Estos paladines combinan la disciplina religiosa con la marcial, y suelen actuar como guardianes sagrados de templos o líderes de cruzadas santas.

Principios del Juramento Los paladines del Juramento de la Cruzada Divina siguen estrictos principios que guían su vida y sus acciones:

• Pureza del Alma: Mantén tu corazón y tus intenciones puras. No te permitas caer en la tentación del mal.

• Protección de los Inocentes: Defiende a los débiles y protege a aquellos que no pueden defenderse.

• Devoción Inquebrantable: Tu fe es tu mayor arma. Mantén tu lealtad a tu dios o causa, incluso en la oscuridad.

• Guía Espiritual: Enseña a los demás a través de tu ejemplo, y mantén la paz donde puedas, pero no temas usar la fuerza para erradicar el mal.