CAMINO DE LA ANTELACIÓN

Los monjes del camino de la antelación perciben la habilidad en combate como su estatus y consideran los desafíos como su medio de meditación. Debido a que la mayoría de los monjes de este camino suelen ser competitivos y orgullosos, estos auto-proclaman el camino que siguen como “El más Fuerte”. Su estilo de combate se caracteriza por ser flexible y adaptable, ya que este se basa en predecir de los movimientos de sus adversarios. Entre sus costumbres esta estudiar diversas artes marciales, entrenar la resistencia de sus cuerpos a niveles extremos y desafiar monjes que practiquen otros caminos para demostrar su superioridad adquiriendo experiencia a través de ellos, gracias a esto último, el Camino de la Antelación es mal visto por la mayoría de los monjes y practicantes marciales. Muchos monjes de este camino buscan enemigos que puedan poner a prueba su fuerza y habilidad. A través de esta disciplina, logran encontrar paz e iluminación. La naturaleza de las prácticas de los monjes del Camino de la Antelación los convierte increíbles compañeros de aventuras para aquellos que compartan una fuerza similar o derechamente se ganen su respeto.