Características
Tiradas de salvación
Ataques
| Nombre | Bonif | Daño |
|---|---|---|
| Espadas Ingvarr | +5 | 1d6 +3 perforante |
| Torrente Sanguinario | 0 | 1d8 +3 Cortante |
| Furia Encadenada | +2 | 1d6 Cortante |
| Jugo Lunar | 0 | 1d4 |
Habilidades
Otras competencias
Dispones de las siguientes competencias adicionales:
- Alfanje, Daga y Espada corta
Trasfondo
Cada personaje tiene una historia. Aquí se cuenta la de Valeska Ingvarr (CasasVerso).
Detalles
Alineamiento. Neutral maligno
Apariencia. Pelo corto y de un tono claro, sus ojos rojos eran marrones antes del despertar de su sangre. Lleva prendas ligeras para moverse con mayor facilidad, conformadas por un torso rojo de tela y una falda y chaleco, ambos de cuero. Lleva además un largos guantes de seda que terminan entre el codo y el hombro, con una especie de circulo metálico. Carga con cuatro fundas encima: Dos en su espalda y dos en sus caderas, si bien solo utiliza dos espadas.
Edad. 27 Años
Historia. PARTE 1: ORÍGENES Francis Ingvarr y su esposa Emilia se encontraban acostados en dos camillas paralelas, en el cuartel de enfermería del clan. A diferencia de los días más movidos y llenos de batallas e invasiones al territorio, afuera estaba tranquilo, un viento apaciguante y suave movía un poco los arbustos y las hojas de los árboles. Dentro del cuartel, se estaban dando dos batallas: Ambas, por la vida. Emilia Ingvarr estaba pariendo a nada más ni menos que su cuarto hijo, siendo asistida por el equipo de enfermeras y parteras. A no más de un metro, la camilla del viejo y moribundo Francis al cual no le quedaba mucho para conocer el letargo de su muerte. En la semana habría tenido contados ataques cardíacos, y su condición empeoró progresivamente: Primero sin poder caminar, luego una respiración forzosa, después a sufrir pequeños desmayos constantes y por último una sudoración excesiva. Para él, lo único que le importaba era ver el nacimiento de su último hijo, y bendecirlo con la gracia del guerrero.
Después de un difícil parto, el bebé logró salir sin problemas. Mientras las ayudantes limpiaban la sangre y las lágrimas del pequeño cuerpo, confirmaron la noticia de que se trataba de una niña. Emilia se giró hacia su esposo, y entre lágrimas de felicidad le dijo que pudo ver ese último suceso, ese último nacimiento de su familia. Con casi ya sus últimas fuerzas, Francis mostró una sonrisa en su rostro. Emilia le preguntó entonces qué nombre tendrá la heredera Ingvarr que encabecerá las decisiones que definirían el futuro del clan. Sin embargo, aunque Francis intentara utilizar todo su aliento y expulsar una palabra, su cuerpo estaba ya muy desmoronado y, como si una cadena le atase la lengua, no le permitió decir nada.
Los coronarios se ocuparon del prestigioso funeral de su lider, que ahora descansará en el más allá. Otros clanes aliados asistieron también a la ceremonia, como los Bushida y los Aeyrin. Francis Ingvarr será recordado como uno de los más legendarios guerreros y la razón de su fuerza se la llevó consigo a la tumba. Los otros clanes mostraron generosidad con los Ingvarr restantes, quienes se trataban solo de un par de espadachines de bajo rango, muchas mujeres ayudantes y una heredera de tan solo dos días de edad, que para colmo no fue nombrada. Una tradición inquebrable del clan era que el lider debía bendecir y bautizar a sus descendientes con nombres que para él significacen algo. Su primer heredero, Tsayi, fue nombrado así para representar la fuerza y la voluntad. Su segundo hijo, Ferros, significaba la protección y la perseverancia. Por último, Caridos, debería recordar siempre la táctica y las virtudes. La muerte sucesiva de estos tres comandantes visibilizó una debilidad en la nueva generación del clan, y Francis rechistaba entonces que ninguno había servido a su nombre y que tampoco despertaron la fuerza de la sangre que se les había sido entregada. Vulnerables a la invasión de desertores y enemigos, el clan no tuvo otra opción que apostar por un último heredero el cual brinde gloria y reviva el espíritu del clan, usando los últimos meses de vida que le quedaban al cansado líder después de entregar sus cincuenta años al campo de batalla.
La última hija se había acostumbrado a ser llamada como heredera, pues no tenían el derecho de nombrar a su actual líder. Mientras que las mujeres del clan querían que aprenda a realizar tareas domésticas y a buscar un prometido de otro clan favorable, su madre en cambio la incentivó al entrenamiento físico junto a los niños, pues argumentaba que en un momento tan crítico no podían desaprovechar guerreros, y que ella así despertará en algún momento la fuerza de su sangre. Años de constante burla a Emilia practicamente echaron a perder el respeto formado a la familia principal del clan y a su autoridad. Sin embargo, el esfuerzo hecho hasta sus quince años demostró que la heredera tenía un futuro prometedor, al vencer a todos los demás espadachines en enfrentamientos individuales, por lo que se consagró oficialmente como la nueva comandante del escuadrón Ingvarr y el cuarto hijo de Francis en obtener dicho título.
Cinco años después de esos días, comenzaría un periodo bélico que envolvió a casi todos los clanes de la región: La Guerra de la Ofrenda. Este suceso histórico tuvo lugar debido a la visita de un hechicero misterioso que sorprendió al lider del clan Hishe. Este hombre exigía que entre los líderes de la región elijan un clan y lo den como ofrenda de destrucción para el hechicero, ya que este disfrutaba de erradicar civilizaciones, ya sean pequeñas o grandes, simplemente para satisfacer su sed de destrucción. Por eso, les dio un total de treinta días para decidir una ofrenda o de lo contrario erradicaría a todos los clanes uno por uno. Como demostración, el hechicero ordenó a dos mujeres que lo acompañaban a destruir la mitad de la ciudad del propio clan Hishe. Desesperadamente hubo reuniones entre los líderes para resolver la situación, pero debido a la existencia de una grieta entre ellos, no era fácil decidir la ofrenda. Por un lado, los clanes Hishe, Uzumakima y Todda postulaban a los Ingvarr como candidato, debido a su irrelevancia actual en la región. Sin embargo, sus aliados los clanes Bushida y Aeyrin lo defendían y postulaban a los Hishe, ya que la mitad de su clan había sido exterminado, sería mejor que solo les pase la desgracia a ellos y no involucrar más clanes. Con la formación de los bandos, empezó una guerra por la que se luchaba la supervivencia y acabar el conflicto lo más antes posible.
Si bien la guerra duró mucho más de un mes, en los enfrentamientos era posible ver a ese hechicero misterioso levitando y viéndolo todo desde lejos, como si lo disfrutara. El clan Ingvarr ofrecía su pequeño ejército para apoyar a la ya monstruosa fuerza de los Aeyrin, que era el clan más grande por diferencia y con los mejores guerreros. Aun así, no todos los enfrentamientos eran en unión, ya que existían casos de distribución táctica y guardias en zonas importantes de la región. Fue una batalla en las mesetas silvestres que enfrentaban al ejército Ingvarr contra parte de los soldados de Hishe. La situación era complicada porque Aeryin no había podido enviar refuerzos a tiempo y los atacantes llegarían más rápido. La comandante heredera a este punto ya había elegido su propio nombre en contra de toda estigma de los otros cargos del clan, ahora era la comandante Valeska. Este sería su tercer enfrentamiento directo en la guerra, viniendo de dos victorias al lado de sus clanes aliados. Pero ahora los Ingvarr estaban solos, y deberían vérselas con una de las fuerzas enemigas más temidas.
El enfrentamiento en cuestión duró alrededor de treinta minutos, en los que fueron sometidos por el hostigamiento tan severo por parte de Hishe, quienes eran un número mucho mayor. Parecía una victoria clara para el clan enemigo si no fuera por un factor: Valeska. Los soldados no podían ni acercarse ya que corrían el peligro de ser cortados rápidamente por sus filosas hojas, y sus movimientos no dejaban margen al error. En las últimas instancias, se trataba de un uno contra todos muy duro, pero que después de tanto esfuerzo y derrame de sangre, Valeska resultó ser la única persona en pie en aquel campo de batalla, inundado de cadáveres y muerte. No quedaba ninguno de sus compañeros con vida, pues habían sido fácilmente derrotados por el enemigo. Para ella, esto no fue ni de cerca una victoria, y cuestionó su capacidad de comandante al no poder proteger a sus compañeros. No podía dar la cara a los otros clanes e informar que todo su ejército había sido eliminado, y le remarcarían que ella tampoco fue capaz de representar a los Ingvarr como lo había hecho su padre. Es por eso que decidió irse de la región y dejar al resto de su clan a su suerte, olvidándose completamente de él. Su mente había cambiado tras este evento y le cuestionaría todas las acciones que tomaría en adelante.
PARTE 2: EL VIAJE Solo un par de años después, Valeska llegaría a Vista Rosa después de meses recorriendo tierra y mar, sin un rumbo fijo. Fue cuando escuchó que existía un coliseo muy importante en la región en el que se podría ganar dinero y un renombre. El torneo del colíseo consistía en combates individuales en los que los peleadores eran clasificados por pisos subterraneos, donde se arranca del 0 y se puede llegar hasta el -100. Mientras más pisos uno baje, mejores luchadores encontrará y lidiará con menor oxígeno y mayor presión en el cuerpo. Además, los combates no tenían reglas, una pelea podía decidirse por quién salga del cuadrilatero o por quién muriera, lo que suceda antes. Los primeros combates fueron sencillos para ella, pero al llegar al décimo nivel las cosas cambiaron. Se enfrentó contra un luchador el cual también llevaba poco tiempo en el torneo, pero acumulaba una racha de victorias invictas. Se trataba de un asesino que utilizaba una especie de espadas-garra que podían generar y proyectar velozmente ondas de sonido que dañaban a sus enemigos. El combate parecia igualado hasta que este asesino, Tohmu, comenzó a usar sus técnicas de sonido golpeando entre sí sus cuchillas y aturdiendo repetidamente a Valeska. Fue en una oportunidad que Tohmu aprovechó para atacar directamente con sus espadas a lo que ella se protegió con las suyas. Sin embargo, ese golpe estaba cargado de una fuerza fuera de lo común, y logró hacer que los pies de Valeska acaben fuera del cuadrilátero. Esta había sido su primera derrota en años, y le dejó pensando en qué le faltaba para ser más fuerte.
En la dichosa sala de espera de ascenso, en la cual los perdedores de la ronda se reunen para subir pisos en función de su derrota, se encontró con Hide, un ulfus espadachín que confesó haber visto sus combates anteriores, y que se sorprendió de que entrara a la sala de perdedores tan pronto. Otra persona de la sala se acercó a ellos y les dijo que él no estaba sorprendido, pues no estaba haciendo uso de su flujo. Tanto Valeska como Hide preguntaron por el flujo, de qué se trataba y cómo sabe que no lo estaba usando. El anciano humano que se hacía llamar "Zenith" dijo estar viendo un fuerte e indomable aura constantemente alrededor del cuerpo de Valeska, el cual no cambiaba de forma en ningún momento, y que por lo tanto no era usado correctamente. Luego de ascender hasta el piso 0 voluntariamente, los tres se reunieron en un bar del coliseo a hablar sobre ese "flujo". Zenith les explicó que él es un maestro de artes marciales basadas en la energía natural del cuerpo, y profundizaba en la importancia del uso de la misma, ya que todos en mayor o menor medida podían usarla si practicaban lo suficiente. Tanto Valeska como Hide pronunciaron haber entrenado durante años sus propias técnicas y destrezas, pero Zenith insistía en que se trata de un entrenamiento visto desde otra perspectiva. Cuestionaron esa filosofía al remarcarle que él tampoco había podido pasar del nivel -10 aun usando flujo. El anciano hombre se defendió diciendo que dado cierto tiempo transcurrido el combate, se quedaba dormido en plena batalla, y que los rivales aprovechaban esa situación para arrojarlo fuera del cuadrilátero. El viejo insistía que eso era debido a una maldición, pero no profundizó más en ese tema. Les dijo que él podría enseñarles cómo utilizar el flujo, pero que no había ningún lugar vacío en el que puedan llevar a cabo su entrenamiento en Vista Rosa. Entonces Hide exclamó que él conoce uno, ideal para el entrenamiento y que lleva usándolo desde hace tiempo. Salieron del edificio y el Ulfus se dispuso a envainar su espada y hacer un tajo en la pared que terminaría abriendo un portal sumamente extraño. Era la primera vez que Valeska veía algo así, pero en cambio el anciano no parecía sorprenderse, solo le agradó que el joven Ulfus conociera esa técnica. Hide nos explicó que proviene del clan Yurei, y que en su entrenamiento dominó fuerza y alma, para poder abrir portales a planos diferentes al terrenal. Sin embargo, nos advirtió que como nosotros no estamos acostumbrados, recibiríamos un daño considerable al entrar y salir.
Sin importarnos mucho el aviso, pasamos por el portal y acabamos en un claro de lo que pareciera ser un inmenso bosque con árboles cada vez más altos y un clima en el cielo que nunca se había visto. Valeska sufrió daños considerables y se encontraba agotada apenas entrar al plano. Zenith, en cambio, pareciera no haberse inmutado. Dijo que el lugar era perfecto para llevar a cabo el entrenamiento, y que empezaríamos de inmediato ya que el tiempo en el plano era limitado, no durarían allí más de quince minutos. Hide se sorprendió y le preguntó que cómo sabía eso, a lo que el viejo solo respondió con una sonrisa pícara. Entrenaron primero realizando técnicas que ya conocían, luego aprendieron a despertar su flujo y moverlo a partes del cuerpo. Por último, utilizaron las técnicas de nuevo pero esta vez con el flujo potenciando las extremidades con las que las hacían. De inmediato, se percataron de una mejoría tanto en la fuerza, destreza y precisión. Hide nos comentó que aun así nunca dominó la forma de volver de forma automática, y que necesitaría de la espada como foco arcano de vuelta acabado el tiempo, pero solo volvería él, así que para salir nosotros volvió a hacer un tajo y regresamos a través de un portal al plano material. Valeska y Hide le agradecieron a Zenith por lo que les había enseñado. Él les dijo que ya no tenía interés en seguir participando en el torneo, así que les deseaba suerte a ambos para sus siguientes combates y de esta forma, se despidió y viajó a algún lado de Vista Rosa.
Valeska y Hide, llenos de determinación, volvieron a anotarse al torneo y rápidamente bajaron pisos ganando combates, en los que en cada uno aprendían una nueva manifestación del flujo. Acordaron una competencia para ver quién llegaba más rápido al último piso, y de esta forma, pasaron días en los que Valeska ganaba batallas y se hacía cada vez más fuerte, aprendió a visualizar su aura de flujo y a controlarlo a su voluntad, realizar cambios bruscos de posición sin sufrir efectos colaterales. Además, sus ataques eran potenciados con una fuerza y una velocidad que nunca antes había visto, podría decirse que se daba miedo a si misma, lo cual complacía su ego y la llevaba a experimentar cada vez más sus límites hasta el punto de vencer a oponentes de un solo ataque. Sin darse cuenta, había llegado al piso número -100, en el que debería enfrentarse al único peleador que había llegado allí también por la corona del torneo El piso más bajo de todos se veía distinto de los demás, pues tenía una mezcla de biomeas subterraneos de todos los anteriores: Paredes de piedra tan duros como el metal, arbustos y vegetación resistente a casi cualquier condición, un río de lava que rodea el cuadrilátero, dando a entender que esta batalla sería su mayor consagración o la perdición de sus vidas. Sin embargo, resultó que no eran dos peleadores los que llegaron al final, sino cuatro. Valeska la primera en llegar, le siguió Tohmu, luego Hide y por último un combatiente con un aspecto deslumbrante, pues tenía unas lianas que le sobresalían del cuerpo que parecían tener su propia vida, y se hacía llamar Lau.
Debido a esta irregularidad, los jueces decidieron dividir el nivel en dos batallas: La primera en un dos contra dos donde el dúo resultante se enfrentaría luego en una segunda batalla para así decidir al campeón del torneo. Al repartir los equipos, habían sido divididos en el primer dúo, conformado por Valeska y Tohmu, y el segundo dúo, siendo Hide y Lau. Cuando el juez indicó el comienzo del combate nadie movió ni un dedo durante más de diez segundos. Entonces Valeska rompió el silencio y solicitó un cambio de equipos. Los jueces se negaron en un principio, pero todos los luchadores parecían estar de acuerdo con la solicitud de ella. Así que, sin más remedio, intercambiaron a Valeska y a Lau de lugares. Al caminar ambos hacia sus direcciones contrarias, se cruzaron en el medio del campo, dejando a Valeska percibir y ver el flujo de Lau, el cual irradiaba un aura muy grande, mucho mayor al de ella. Lau solo sonrió y llegó al lado de Tohmu. Hide recibió a su compañera en su lado del campo. "Así que te las arreglaste para llegar antes, ¿eh? Hmm, resolveremos esa competencia luego de esto" declaró el Ulfus y ambos se prepararon para comenzar el combate más grande de sus vidas.

Al comenzar el combate, se lanzaron unos contra otros en ataques desenfrenados y cargados de flujo, evidentemente. Valeska notó rápidamente que Tohmu también había mejorado y era capaz de enviar ondas sónicas potenciadas con sus cuchillas. Hide se había vuelto muy bueno en el manejo de su espada y era capaz de hacer cortes límpios, envainando y desenvainando su arma en cada ocasión. Lau era un rival que nunca antes había visto, y que la atacó reiteradas veces con sus lianas y puñetazos combinados. Los cuatro peleando a la vez eran las mayores bestias de la región, utilizando tanta energía y poder a la vez, eran imparables y no se detendrían hasta salir vencedores. En cierto momento, existía una diferencia de nivel entre los equipos, y se notaba que Valeska y Hide eran mejores en los intercambios que realizaban. Fue entonces que Lau usó su as bajo la manga, y mostró que era capaz de manipular la vegetación del campo, usando las plantas y arbustos del mismo en contra de sus rivales. Valeska hacía lo posible para cortar las lianas que se regeneraban tanto del cuerpo de Lau como de la arena, pero era cada vez más difícil, y empezarían a perder la ventaja. En una lluvia de ideas de Hide, se le ocurrió un plan y se lo comunicó rápidamente a su compañera. Entonces, cargó hacia sus enemigos y realizó un tajo con su espada que fácilmente esquivaron. Lo que no esperaban es que ese tajo se abriría y crearía un portal oscuro creando una distracción, la cual Valeska aprovechó para atacarlos y además arrastrarlos con ella a la dimensión etérea. Hide decidió entrar y continuar la batalla allí.
Una vez cayeron al frío suelo del plano etéreo, Tohmu y Lau sufrieron un considerable daño por el cambio, Valeska también lo recibió, pero en menor medida, pues ya había experimentado una vez el cambio. Con la rápida llegada de Hide, no desperdiciaron ni un segundo y siguieron atacando a sus rivales, recuperando la ventaja que antes habían perdido. Tras más intercambios, Lau notó algo que daría vuelta todo el combate, pues era capaz de manipular las gigantes enredaderas del plano etéreo a su voluntad, y sin dudar las utilizó para crear ataques gigantescos contra Valeska y Hide. Eran muy complicados de esquivar e imposibles de cortar, lo que llevó a una pelea más dura en la que el cansancio pronto comenzaría a notarse. En cierto momento, Valeska recibió de lleno los ataques con estas enredaderas de forma seguida, y no podía seguir esquivándolos ni estabilizarse para realizar ninguna acción. En ese momento, pensó en lo patética que su muerte sería allí, en el desperdicio de todo lo aprendido en este camino para al final no ser suficiente. Ese sentimiento, la hizo cambiar completamente. Ya no era como antes, ya no sentía tristeza y decepción, ahora sentía furia y odio. Con una fuerza sobrehumana, se liberó de las enredaderas gigantes y las rebanó con sus espadas. ¿Qué había pasado? Un grito con fuerza había despertado sus instintos, ya no sentía el flujo moverse en su cuerpo, ahora lo transportaba en la sangre y lo potenciaba cientas de veces más canalizado que antes! Se trataba del despertar de la sangre Ingvarr, la conexión suprema con el flujo producto de su furia acumulada durante toda su vida, desde el comienzo de la misma. La mismísima fuerza que solo dos personas habían podido despertar en todo su clan: Su padre y su abuelo. Una fuerza tan potente que el mismo cuerpo del portador se desgastaría más rápidamente a lo largo de los años.

Valeska se abalanzó contra sus enemigos con una velocidad y potencia ridículas, sin dejarlos reaccionar y desmembrando toda defensa posible ante ella. Sería capaz incluso de cortar a pedazos todas las enredaderas del maldito plano en el que se encontraba. Una vez acabó con la vida de Tohmu y Lau, vió a Hide atrapado en unas enredaderas gigantes que casi le impedían moverse. Le pidió que por favor lo liberara de esa trampa, para poder volver y tener el combate final entre ellos. Ella se acercó a recoger la espada del Ulfus y dio media vuelta, diciéndole que le hacía un favor dejándolo atrapado, pues morir contra ella en el siguiente combate sería de las peores torturas jamás imaginadas, debido al poder que habia alcanzado con la sangre Ingvarr. Poco a poco, se fue alejando sosteniendo la espada usada como foco arcano e ignorando los gritos de clemencia de su compañero. Ella sabía que dentro de poco volvería al plano material, ya que el tiempo se había visto recortado mucho al pasar cuatro personas. Ni siquiera le dirigió la mirada al teleportarse de nuevo a su dimensión, dejando a Hide traicionado y encerrado en la habitación etérea. Al volver a la arena del piso -100, miró a los jueces y les dijo que los demás habían muerto en el otro plano debido a la pelea, y le consultó si eso la hacía técnicamente ganadora del torneo. La respuesta de los jueces fue positiva, y así dieron por cerrado el torneo del coliseo.
Valeska fue curada y guiada hasta un siguiente piso, el -101, que funcionaría de una especide de Hall de la Fama, para aquellos luchadores que rompieron todos los esquemas y llegaron a tanto nivel de combate que los hacen únicos. Allí, vería en una pared con grabados de texto que desprenden una brillante luz azul, los nombres de ganadores anteriores, nombres como Sotaro Komaki, el Hannya, Rolf D. Cummings, Aijin Yurei, Giroud Armstrong, Ryuko Kazuma, y ahora, Valeska Ingvarr, lo que la haría la séptima campeona del torneo y una legendaria guerrera. Tras ser marcado su nombre, un hombre con capa se le acercó desde otro lado de la sala. Parecía ser un hechicero, pero nunca antes lo había visto. Se presentó con ella y dijo llamarse Nacionalista, y le preguntó si estaba interesada en unirse a sus fuerzas a las que llamaba "Los Siete" como una integrante de rango medio. Dicho título le otorgaba protección política, riquezas y desempeñaría la función de servir a las personas más poderosas del mundo. Si bien Valeska había sido curada por los médicos después del combate, segupia sintiendo un dolor internamente. Era el dolor de su cambio, el dolor en la diferencia entre aquella Valeska con tristezas pero a la vez con ambiciones y sueños, contra la Valeska actual que solo conocería el odio, la ira y la indiferencia. El despertar de su sangre la inhibía de seguir metas, conocer gente y vivir alegremente, al menos por un largo, largo tiempo. Rechazó la oferta del Nacionalista, y le pidió que la dejase sola por unos minutos, invitándolo a abandonar la sala del podio que tanto le había costado alcanzar. Un poco indignado, el hechicero caminó hasta las escaleras de salida sin decirle nada.
Valeska se relajó por unos momentos y se inundó en sus pensamientos Eran mayormente imágenes de lo que había pasado hace un rato, el resplandeciente brillo de la espada a punto de regresarla a su plano, la desesperación en los gritos de Hide, las sensaciones mezcladas en el despertar de su sangre, el dolor en los ataques de las enredaderas gigantes, la determinación al mirar cara a cara a Tohmu y Lau en la arena del piso -100, el amable rostro del anciano que le ayudó a ser más fuerte... No, más atrás todavía. El olor a podredumbre al llegar a Vista Rosa, las mareas incesantes de sus viajes en barco, las repetidas galopadas de los caballos carreteros atravesando las llanuras, la fría noche en la que perdió a su ejército... Las imágenes de los pensamientos estaban listas para ser razonadas, pero fuera de su cerrada mente, pasaba algo malo. Sin darse cuenta, a su brazo había sido enganchado un cetro con un mineral en la punta que clavaba parte de ella en la carne de Valeska, y al subir la mirada se encontraba uno de los jueces. Este estaba vestido de un saco grande morado y una máscara de metal que le cubría el rostro. Le dijo que no intentara hacer nada, pues ahora mismo su flujo estaba siendo sustraido. Es una cualidad que este juez no pudo ignorar, más una vez Valeska salió del plano etéreo. Declaró que esta piedra de magia bruta era capaz de almacenar el vasto poder de la guerrera y que se vendería por cantidades absurdas de territorio, poder e influencia. Estaba seguro de que, con eso en sus manos, se volvería más grande incluso que los Siete, y ya no sería sometido por la grandeza de ellos. Esta piedra inhibía la capacidad de Valeska para moverse, o realizar cualquier tipo de acción pues su flujo se encontraba en "pausa" y no pararía hasta ser completamente drenada. El juez esperaba tranquilamente, mientra se reía y se mofaba de la apresada luchadora, que no aceptaría tal final y que debería pensar en algo para evitarlo. Entonces, recordó de nuevo aquella sensación en la pelea, donde su flujo cambió de canalización y pasó a ser uno más de sus fluidos naturales. Sabiendo esto, Valeska debió apostar por la siguiente jugada. Usando su sangre, concentró rápidamente todo el flujo de su cuerpo en la zona del brazo que fue atravesada por el mineral, y sobrecargó la canalización de energía, creando un cuello de botella para el cetro absorbedor. Este no fue capaz de soportarlo y explotó de tanto fluido al unísono, era tanta energía que esa piedra de magia bruta en ese estado no podría sustraer. Sin embargo, al ocurrir esa exposión en el brazo de Valeska, parte de su carne y huesos se rompieron, dejando su extremidad izquierda inutilizable y muy malherida. Cargada de furia, lanzó un ataque con su mano derecha directo a la cabeza del juez, atravesando su espada por el ahora destrozado cráneo de su raptor. Pero había algo extraño, su ataque era cien veces más débil que hace un rato. Entonces se percató de que ya no tenía casi nada de fluido utilizable en su cuerpo. Se quedó viendo al cuerpo del juez que intentó robarle su poder, y al destrozado cetro de piedra bruta que yacía también en el suelo; y luego se marchó del lugar, caminando con mayor dificultad y sin poder hacer movimientos bruscos. Sin dudas, sintió que su libertad de fuerza se le había sido arrebatada.
PARTE 3: LA CAÍDA Meses pasaron desde esos emocionantes incidentes. Valeska decidió volver al continente, cerca de su región natal, para tomarse con mayor calma todo por lo que había pasado. Desde Vista Rosa le envió una carta al lider del clan Aeyrin, pidiéndole por favor una reunión en la que poder dar la cara tras tantos años. Ya no decidiría ignorar su pasado, y sin mucho más por cumplir se haría responsable de todas las acciones que tomó en esos tiempos. La reunión tuvo lugar en un campo turístico de zona rural, en la entrada de las ruinas Esfigie dejadas por clanes ancestrales. El lugar se trataba de un pueblo humilde, diseñado para recibir visitas y en las que diferentes culturas acuerdan en no generar alborotos, disturbios ni conflictos en él. La razón por la que Valeska citó a Gutaro, lider de los Aeyrin allí, no fue por la protección que tendría en el sitio, sino porque era un valle que le gustaba y le recordaba lo mejor de su vida pasada con los clanes. La primera reacción de Gutaro al verla fue de una pequeña risa, preguntando qué le había pasado para terminar así de herida y con sus ojos tan vacíos. Ella le explicó por un rato vagamente por los lugares que había estado y un poco de su estadía en Vista Rosa. Él le diría que no le tiene ningún resentimiento por abandonar la Guerra de la Ofrenda, y que poco después de esa batalla mortal, el clan Aeryin derrotó a los enemigos con su vasto ejército, protegiendo así a los Ingvarr de ser sacrificados. Le dijo que, al que les debía unas disculpas era a su propio clan, por hacerles creer por tanto tiempo que no había sobrevivido o que había desaparecido para siempre. Aprovechando su profesión de médico, Gutaro curó con magia la mayor parte del brazo de Valeska, permitiéndoselo usar al mismo nivel que su brazo derecho. Después de un breve análisis en su sangre, le determinó además que en su cuerpo yacía restos de magia bruta que limitaban muchísimo la fuerza y energía de ella, y le dijo que con el tiempo y el entrenamiento se irá deshaciendo, o tal vez sea con la calma de algo que padezca el cuerpo, algo más interno.
Cuando Gutaro se despidió y se fue, los pensamientos de Valeska volvieron a inundar su mente, pero ahora asimilaba que ese padecimiento que su cuerpo padece y mantiene la magia bruta no es más que... el odio que corre en su sangre, desde aquel momento del despertar. Y la única manera que encontró de calmar ese odio, es matando. un Ingvarr despertado no tiene más opción que esa, pues está en su naturaleza usar el poder que tienen de la única forma que sea para equilibrar los sentimientos de su cuerpo y alma. Valeska emprendió viaje a una ciudad por la que había pasado hace un tiempo, una ciudad cuya mala fama le serviría en su búsqueda de calmar el dolor del odio. Muy pronto crearía disturbios que llamarían la atención de altos mandos y jefes mafiosos de la ciudad y se haría de un renombre, ofreciendo sus servicios de asesina serial para, a su vez, eliminar el odio y la magia bruta de su cuerpo, llegando a ser una de las personas más fuertes, pero sin sentimientos que la lleven a perder la cordura, y así ser digna de regresar orgullosa a su clan. Este es el comienzo de una etapa oscura de Valeska, pero es una etapa por la que tiene que pasar, le guste o no, para cumplir con su único objetivo.

Despúes de días de viaje, logró arribar a la infame ciudad de BlowMind, comandada desde las sombras por mafiosos y magnates, supo que conseguiría un puesto de asesina a sueldo con mucha facilidad. Se presentó al Bar Decano en donde se reunen frecuentemente líderes del bajo mundo. Allí, realizó el protocolo del sicario, una regla no escrita para ofrecer los servicios de asesinato que consiste en sentarse en una mesa de madera, clavar una de sus espadas en la misma y esperar a que algún pez gordo se interese en tí. Al principio, muchos pasaban de ella e incluso soltaban risas al verla, pero Valeska seguía esperando con los pies apoyados en la mesa, brazos cruzados y ojos cerrados, dejando ver cierta confianza en lo que hacía. Sabía perfectamente que en el mismo bar competía contra hombres con mejores características físicas, más altos, más musculosos, más aterradores. Por lo que ella sea elegida, debería darse por una corazonada de algún magnate.
No tardó tanto que pronto un señor con aspecto elegante y ascendencia asiática se acercaría a ella, ignorando a los demás candidatos. Fue directo al grano y le ofreció una serie de trabajos con los que sería recompensada a medida que los fuera realizando. Valeska le preguntó el por qué se interesó en ella, y el sonriendo le confesó sentir cierta curiosidad por su flujo. Por supuesto, todos los trabajos se trataban de asesinato, en lo posible sigilosos, pero que el método podría adaptarse en función de lo que ella sea capaz de hacer. La serie de los seis objetivos estaba compuesta por magnates rivales y otros asesinos que amenazarían la seguridad del jefe, dispersados a lo largo de la ciudad, por lo que su tarea no seria solo asesinarlos, sino también rastrearlos. De esta forma, fue conociendo cada vez más la misma y descubriendo atajos, pasadizos secretos, y demás lugares útiles para el acecho, el escondite y el escape.
A lo largo de los días, Valeska fue encontrando a sus objetivos y acabando con sus vida de uno o dos cortes en puntos vitales, para algunos tuvo que vencer previamente a sus guardaespaldas para llegar a los importantes. Tras dos semanas, ya había cobrado la recompensa de cinco de los objetivos, y solo faltaba uno: Una asesina a sueldo que era contratada frecuentemente para acabar con los magnates aliados del jefe, por eso era imprescindible ejecutarla. Le costó mucho tiempo rastrearla, más de una semana buscando pistas de su paradero e interrogando a personas que podrían saber. Concluyó que un dia de esos estaría dentro de la cabeza de la bestia, el misterio más grande de BlowMind. Había oído pocas cosas de ese lugar y nunca había entrado, pero se comprometió con su último trabajo actual por lo que no le quedaba otra opción, ya que no la encontraría en otro lugar.
Ingresó por una entrada alternativa a la entrada principal, una ruta en la que no habrían turistas y solo la conocían gente del bajo mundo, criminales y saqueadores, para sacar artefactos del lugar o robárselos a quienes se encuentren. Por este estrecho camino, llegó a una parte de la primera capa. El sitio se componía de grandes cavernas abiertas conectadas por puentes de piedra, maquinaria abandonada y construcciones laberínticas. Ciertamente era complicado encontrar a alguna persona silenciosa por aquí. Tardó alrededor de media hora de exploración encontrarse con una persona, que sin dudas se trataba de su objetivo. La facialidad seria y siniestra de aquella mujer dejaba entender que había hecho cosas terribles y asesinado a mucha gente.
Al momento de combatir, resultaron ser casi igual de habilidosas, en intercambios violentos que resultaban en desviaciones, esquives o bloqueos. Al final, ambas terminaron cansadas de no poder asestarle ni un golpe o ataque a la otra, así que ambas se quedaron mirando fijamente a la vez que recomponían sus fuerzas. En tanto silencio, le fue imposible a la asesina preguntar a qué se debía su cacería. Valeska pensó en si contarlo o no, pero estaba tan segura de poder acabar con ella una vez se recompusieran, que decidió decirle que habian pagado por su cabeza. Esto no le sorprendió y solo hizo una muesca de risa, para después preguntarle si se trataba de Shen el asiático. Mientras Valeska permanecía en silencio, su objetivo le contó que ella era anteriormente su asesina a sueldo, pero que por afiliarse en un grupo decidió deshacerse de ella. Le advirtió entonces que, si se pensaba despegar de él por algún motivo, ella también correría el riesgo.
Esto dejó pensando a Valeska, pero no hubo mucho más tiempo de hacerlo cuando llegaron hasta ellas una horda de duendes de cueva. Estos eran habitantes peligrosos de la primera capa del cráneo y presentaban hostilidad hacia cualquier intruso de su hogar. Esta horda en específico era de una tribu más inteligente que duendes promedios conocidos como "Kijius" y eran conocidos por matar a los hombres y secuestrar a las mujeres para tenerlas de esclavas indefensas. Para evitar aquel destino, ambas asesinas pactaron una tregua temporal para combatir contra esta horda de duendes. Pareció algo fácil en principio, pero fue cuando invocaron a una criatura superior que las cosas se tornaron complicadas. Un golem de huesos de aproximadamente cuatro metros de altura enfrentaría a ambas. Su agilidad era mucho mayor de lo que aparentaba, poniéndolas en apuros. Sin embargo, como compañeras de oficio supieron entenderse rápidamente y coordinar maniobras ofensivas y defensivas que sirvieron para acabar con la vida del golem.

Tras la huida del resto de duendes, decidieron largarse del lugar y ahora sí estarían demasiado cansadas para combatir una con la otra. La asesina se le prersentó como Kira, subcapitana del Escuadrón de Caballeros Oscuros, un grupo de asesinos profesionales independiente. Le ofreció olvidarse de la recompensa por su cabeza y unírsele a su escuadrón, al haber visto sus habilidades en combate. Valeska no dudaba que estaba en términos superiores de seguir cazandola si quería, preo le pareció más interesante el tener más contactos y versatilidad como lo es en un grupo, asi que accedió.
Conoció al resto del escuadrón en una de sus bases de la ciudad: Yon, el lider de la brigada, se le respeta por ser una de las personas más fuertes de la ciudad, es muy alto y lleva una máscara que le cubre el rostro, solo dejando entrever sus negros ojos. Maux, el investigador, lleva gafas y viste un traje de laboratorio, es el más inteligente y el que llevaba a cabo los planes y estrategias del equipo, a partir de la información que le trae Skyler, una pistolera cuya apariencia de niña le permite infiltrarse o realizar rastreos a lo largo de la ciudad, su personalidad es infantil y testaruda, en contraste de Kira quien es fría y calculadora. Ella había ido al cráneo para encontrar rastros de unos delincuentes a los que debían cazar por contrato. El ingreso de Valeska al grupo resultó en una experiencia y un beneficio recíproco; mientras que la brigada aumentaba su fuerza, Valeska se sentiría acompañada por personas a las que podria considerar "Familia".

En uno de aquellos atardeceres de verano, cuando el largo tiempo del día finalmente acababa, el grupo se encontraba contemplando el horizonte. No hacer nada era una actividad habitual de ellos, ya que normalmente esperaban horas o días hasta que recibían una misión por cumplir. Esa espera llegaría a su fin cuando Skyler abrió la puerta con emoción y levantando un papel con su mano extendida contó: 'Miren de quién buscan su cabeza!'. Shen Hi-lal, magnate del distrito de Kentron, era causante de muchos problemas que envolvieron a los integrantes de la brigada. Sus hombres controlan una villa de Prita de la que Yon proviene; Desmanteló el laboratorio y centro de investigaciones al que Maux asistía; Asesinó a sangre fría a la mascota de Skyler en plena calle; y por último, se deshizo de Kira como su sicaria y la mandó a matar. Valeska habría decidido participar en la misión como una demostración de lealtad a sus compañeros, más que por desear venganza contra su anterior jefe.
Mas tarde esa noche, encontrarían el refugio de Shen mediante algunos contactos de Yon. Kira y Skyler serían las responsables de hacer un reconocimiento de la zona. Valeska y Maux buscarían una entrada por la azotea a la vez que preparaban las pociones para el ataquen. 'Pásame el mercurio' '...' 'El líquido gris dentro de un frasco' '... Hay muchos así' 'Uno bien brillante. Sí, ese es.' ' ... ¿Encontraste ya... La forma? '¿Hm? Ah, eso... Sigo buscando. La verdad es que no entiendo del todo aún esa "Magia Bruta". Pero si se trata de un compuesto, existirá alguna forma de oxidarlo y eliminarlo. Pero debes esperar.' ' ¿El oxígeno de la sangre podría servir?' ' No, no. Tendrías que transportar cantidades insanas de oxígeno a través de los glóbulos para que influya en los tejidos afectados. Aunque pudieras hacerlo, sentirías tus venas quemarse de la fracción.' '... Y cómo haria uno para llevar más oxígeno?.' ' Para unos mortales como nosotros, solo en momentos de adrenalina o satisfacción. Por eso depende mucho de la persona.' '... Entiendo.' ' Mercurio agregado. La solución debería de bastar para esos bastardos. Le daré a Yon la señal, ¿Estás lista?' ' ... Siempre.' Mirando por el hueco derretido del cielorraso, Valeska podía ver a sus enemigos, pensando en que solo existía una cosa que le genera adrenalina y satisfacción a la vez: Matar. Por el frente del edificio, comenzaron a atacar Skyler y Kira. Por sorpresa y desde el techo, Valeska y Maux cayendo sobre los guardias. Y de algún lugar no tan claro, Yon apareció rebanando velozmente a algunos pesos pesados. Las pociones arrojadizas de Maux lograron debilitar a un par de guardias gracias a su veneno y su efecto nocivo. Skyler eliminaba a quien tuviera en su rango gracias a sus pistoletes, para que Valeska y Kira pudieran alcanzar a Shen. Su cara lo decía todo, no podía creer que sus dos asesinas a sueldo se revelaran contra él. Fue un ataque combinado de ambas luchadoras que cortaría la cabeza del sucio magnate. Una vez limpiado el lugar, el grupo lo reclamó como una nueva propiedad para ellos. A partir de ese día, la brigada fue tomando renombre e influencia, llamados en algunas zonas como "El Ryodan", uno de los grupos con que más cuidado debe tener una persona con recompensa por su cabeza.
Luego de un par de años realizando trabajos con el grupo, Valeska estaba interesada en seguir descendiendo por la bestia, ya que le llamaba la atención todos los rumores de extravagancias en las zonas inferiores, y a la vez quería probarse a sí misma, por lo que aceptó el trabajo de recuperar un objeto perdido de un magnate y así familiarizarse con las diferentes capas de la bestia. A su vez, el escuadrón estaba en otra misión de capturar a un grupo de cazarecompensas extranjeros que habían llegado a la ciudad, y quienes eran conocidos por causar problemas. No tenían un nombre de banda en particular, pero le comentaron sus apariencias por si los veía dentro de la bestia. Entonces partió, no sin antes, visitar las tiendas locales y equiparse para su misión. En su camino a la ciudad principal, debía pasar por un pequeño prado con mucha vegetación. Sin darse cuenta, se toparía con un hombre sucio y desarreglado, que chocó contra ella al venir de un camino distinto y sin mirar al frente. Enfadada, lo agarró y le preguntó que qué hacía. El señor imploró piedad y empezó a hablar sobre un secreto proveniente del Capitolio, distrito limitrofe en el que era imposible entrar o salir. O eso creía ella, hasta que cruzó caminos con este fugitivo. Él le contó que huyó al enterarse el plan de los demonios gobernadores, que no dudó en contarle a Valeska. Mientras le terminaba de explicar los detalles, un flechazo impactaría en su nuca y acabaría con su vida. Detrás de él parecían haberle seguido unos guardias tiefling, quienes se acercaron a Valeska violentamente. ' ¿Te contó algo esta escoria? ¡Habla!' ' No, solo balbuceaba sonidos sin sentido.' ' ¡Mientes! ¡No dejaremos que escapes! La batalla no se prolongó demasiado tiempo ya que el nivel de los guardias era notablemente inferior al de Valeska. Uno de ellos conoció el destino de la muerte, mientras que el otro logró escapar usando un Cuerno Aturdidor. Si bien ahora conocía secretos del gobierno que la pondrían en peligro saber, eso no cambió su rumbo de bajar por la Bestia y probarse a sí misma, aunque ignorar aquel rastro viviente que dejó le traería más tarde grandes riesgos y amenazas.
Idiomas. Común
Trasfondo: - Personalizado -
Selecciona y personaliza uno de los trasfondos ya existentes o crea uno de cero para tu personaje. Recuerda acordar los rasgos con el Director de Juego.
Rasgo:
Sin Piedad: No desaprovechas ningún instante para infligir daño a tus enemigos. Cuando ataques a una criatura que se encuentre tumbada o desorientada, puedes causarles un golpe crítico con solo igualar o superar 20 en la tirada. /// Fatigado: Cuando te tumben deberás ocupar todo tu movimiento para levantarte, y al estar desorientado deberás perder siempre tu acción principal.
Competencias
Competencia con habilidades del trasfondo. Acrobacias y Intimidar
Competencia con equipo del trasfondo. Daga, Espada corta y Alfanje
Rasgos
Sin Clase
Nivel 3
Rasgos personalizados
A continuación se muestran los rasgos que Valeska Ingvarr (CasasVerso) ha obtenido utilizando medios menos convencionales...
Otras posesiones
Anota en esta sección las posesiones, objetos y tesoros que vayas consiguiendo para gestionarlo de forma rápida:
63 de maná
Compañeros
En esta sección puedes importar o crear de cero tus propios compañeros animales, familiares, monturas, compinches, invocaciones u otras criaturas que tengan relación con tu personaje para poder tener un acceso rápido a sus características y botones de acción.