Leyenda del Monstruo Solitario

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Leyenda del Monstruo Solitario

El Monstruo de Frankenstein basado en la vida artificial creada por Victor Frankenstein en la novela de Mary Shelley: «Frankenstein o el moderno Prometeo». Victor buscó recrear la pareja original descrita en la Biblia: Adán y Eva, y debido a las limitaciones del hombre, construyó primero a Eva con la intención de que ella diera a luz a su contraparte. Lo que comenzó como un mosaico de carne inerte fue traído a la vida con la energía aprovechada de los rayos. Desafortunadamente, lo que despertó no fue la mujer ideal que Victor imaginó, sino una abominación con la mente de un infante. Al no tener una capacidad de expresión desarrollada, su sentido de moralidad estaba completamente ausente. Después de presentar a su amo las entrañas de un perro asesinado como obsequio, Frankenstein fue tildada de fracaso y desmontada antes de ser abandonada por completo.

Ella logró sobrevivir a pesar de estar en pedazos, y tras un período de tiempo pudo reconectarse y repararse a sí misma. En la ausencia de su creador, entró en contacto con el mundo exterior y desarrolló las emociones y los sentimientos que en primer lugar nunca podrían crearse. Fue así como se dio cuenta de la gran ira que sentía hacia quien la abandonó, pero también de la admiración por quien fue efectivamente su padre. Frankenstein persiguió obstinadamente al hombre hasta que lo encontró en Ginebra, Suiza, y le hizo el siguiente reclamo:

Nunca quise molestarte... pero cuando me creaste, me hiciste solo a mí. Estoy sola, y es doloroso... es agonizante... duele. Así que, por favor, solo uno más. Por favor, crea uno más de mí. Si alguien puede hacerlo, eres tú. Por favor... dame un compañero.

No obstante, Victor se negó rotundamente. Creyendo que él mismo había creado una criatura horrible, parecía impensable incluso considerar la creación de otra. Aunque ella le suplicó, él lo negó una y otra vez, haciendo que Frankenstein se diera cuenta de la verdad y cayera en una profunda desesperación. Fue así como decidió hacer que Victor creara otro sin importar nada, así que mató a todos los que lo conocían, a los que no tenían relación alguna, e, incluso; a su prometida. Él siguió huyendo de ella a pesar de eso, negando su petición hasta el final.

Al cansarse de su persecución persistente, Victor huyó al Polo Sur y decidió morir en vez de concederle su único deseo. Finalmente, el hombre murió en la locura lamentando su creación hasta su último aliento. Con el hombre al que ella había admirado desaparecido, y sin que nadie a quién odiar, se separó de Walton, el hombre que estuvo con ella en el último momento, y viajó al extremo norte. Frankenstein construyó una pira, dejándose consumir por las llamas mientras pensaba «que sus cenizas se dispersen por el mar...», y ese fue el fin del monstruo nacido de los delirios del doctor.

Recomendación de Servant Skills

  • Lamento de un muerto viviente
  • Galvanismo
  • Continuación de Batalla

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