Llave de la bóveda
Origen: Compendio de características extras para partidas subidas de tono
Clase: La coleccionista
Nivel necesario: 10
Adquisición: Automático
En el nivel 10, la Coleccionista te da una llave mágica que te permite ingresar a la bóveda. Como acción, puedes desaparecer mágicamente en polvo dorado y entrar en la dimensión bóveda.
Cuando apareces en la bóveda no tienes nada de lo que llevabas, en cambio estás vestido cómodo, con ropa exótica y cara. El interior de la bóveda es un espacio extradimensional con aparentemente interminable pasillos y con techos de 50 pies de altura. El interior es un temperatura agradable, con paredes y techos dorados, y contiene montones interminables de oro, armas, armaduras, joyas, alfombras, sedas, comidas y vinos.
Al final de la habitación principal se encuentra un trono dorado en el que se sienta la codiciosa coleccionista, ella puede interactuar contigo, es posible que compartan algo de vino, o te muestre un artículo de su colección, pero la mayoría del tiempo que se dedique será a sus propios negocios.
Cada vez que ingresas a la bóveda, puedes lanzar "Conocer las leyendas" una vez sin gastar un espacio de conjuro o componentes materiales.
Si pasas al menos 10 minutos en la bóveda, obtendrás el beneficio de terminar un descanso corto y puedes agregar tu bonificación de competencia a la cantidad de puntos de vida que recuperas si gastas cualquier dado de Golpe como parte del descanso.
Puedes permanecer dentro de la bóveda hasta un número de horas igual al doble de tu bonificación de competencia. Sales de la bóveda temprano si usas una acción para salir. Cuando sales de la bóveda, apareces en el lugar en el que estabas cuando ingresaste, si ese lugar ha sido obstruido, en su lugar apareces en el lugar desocupado espacio más cercano a él.
Cuando regresas de la bóveda tienes todos los elementos que tenías cuando ibas a ingresar, y ninguno de los elementos del interior de la bóveda a menos que tengas permiso expreso de tu patrona para tomar alguno. Una vez que ingresas a la bóveda, no puedes volver a ingresar hasta terminar un largo descanso.