Dominio de la Festividad

Los clérigos del dominio de la Festividad, que adoran a deidades como Dionisio, Baco, Sucelio e Inari, difunden alegría y frivolidad dondequiera que vayan. Si no se controlan, una reunión insignificante puede descontrolarse y convertirse en una multitud tumultuosa de celebración, mientras el clérigo milagrosamente encuentra comida y bebida con las que incitar una fiesta.

De hecho, abundan los cuentos de clérigos de la Festividad que se infiltran en ciudadelas fortificadas bajo asedio, provocando festines exuberantes y dejando a sus compañeros juerguistas colapsados y agotados después de agotar hasta la última gota de energía. Luego, es una tarea sencilla para un ejército esperar e ingresar a la ciudad y encadenar a sus enemigos fatigados. Como dice el antiguo proverbio, "no hay celebración comparable a la celebración de un clérigo, porque la celebración de un clérigo no termina".