Cazador de bestias

Las enormes bestias que moran en el Bosque de Ámbar suponen una amenaza constante, merodeando cerca de las ciudades y asaltando caravanas en los caminos. Por ello, también suponen el sustento para cientos de personas que viven de cazarlas. La mayoría de gobiernos ofrece recompensas por mantener sus terrenos libres de amenazas y su carne y piel son codiciadas por artesanos y comerciantes. Las vísceras de megaterio, el veneno de las libélulas gigantes o los dientes de tiburón de los pantanos son productos exóticos y lujosos por los que pagan grandes sumas en los puestos enanos de las montañas y las ciudades arainas más cercanas a la ruta de Azur, donde existen gremios de cazadores que colaboran entre ellos. Muchos arainas y enanos adoptan este arriesgado oficio, donde muchos pierden la vida por haber tratado de capturar una presa demasiado grande. Algunos de estos cazadores más prestigiosos son orcos, pues su conocimiento del interior del bosque les da una ventaja sobre la gente más urbanita.

  Origen: El Bosque de Ámbar

  Competencia con habilidades. Sigilo y Supervivencia

Crear personaje Cazador de bestias

Tus años de experiencia cazando en el corazón del Bosque de Ámbar te ha otorgado un conocimiento notable sobre animales salvajes y su comportamiento. Viendo unas huellas o unos excrementos eres capaz de discernir a qué tipo de bestia pertenece, así como el tiempo que ha pasado y la dirección que lleva. Además, conoces a las personas adecuadas a quienes llevarles bestias abatidas para obtener beneficio económico de ellas.

Características sugeridas

Aquellos que se dedican a la caza en el corazón del bosque son personas solitarias y pacientes, acostumbradas a pasar grandes periodos en soledad sin ningún tipo de comodidades. Tienen a sus armas como únicos compañeros y la espesura como hogar. Sin embargo, algunos cazadores se vuelven huraños y agresivos con el paso de los años, aquellos que no acaban provocando su muerte al volverse más impetuosos con cada cacería.
  1. Solo quito una vida cuando está justificado. No soy un asesino, piensen lo que piensen los demás.
  2. Mis escasos hábitos de higiene suelen molestar a los que viajan a mi lado.
  3. El oro no tiene valor en el bosque, por eso gasto todo el que cae en mis manos.
  4. Siempre porto en mi ropa trofeos de mis mejores presas.
  5. Cuando me enfado suelto más exabruptos que un pirata zabario.
  6. Si me comprometo a realizar un encargo nada impedirá que lo lleve a cabo.
  7. Odio dormir con un techo sobre mi cabeza. Las estrellas y las lunas me protegen en mi descanso.
  8. La gente que habla mucho actúa poco. No soporto a las personas que no paran de hablar y hablar.
  1. Seguridad. Elimino peligros para que la gente de a pie pueda llevar a cabo su vida con normalidad (bueno).
  2. Palabra. El compromiso en cumplir lo acordado es lo que nos diferencia de las bestias del bosque (legal).
  3. Naturaleza. Con mis actos ayudo a mantener el equilibrio entre presas y depredadores, protegiendo así la vida forestal (neutral).
  4. Gloria. No hay nada mejor en la vida que que se te reconozca por tu trabajo (neutral).
  5. Libertad. En la profundidad del bosque, donde no hay normas ni leyes, uno puede encontrarse a uno mismo (caótico).
  6. Sed de sangre. Adoro la sensación de una vida terminando entre mis manos (maligno).
  1. Tuve que dedicarme a la caza en el bosque por ser considerado un proscrito en mi pueblo natal.
  2. Un gremio de cazadores de bestias se encargó de mí y me enseñó el oficio tras la muerte de mis padres.
  3. Los nuevos asentamientos trasgos han acabado con toda la fauna de la región y me quedé sin terreno de cacería.
  4. Un terrateniente local se inventó graves acusaciones contra mí para no pagar mis servicios. Debo revelar la verdad a todos.
  5. Me he enfrentado varias veces a una aberrante bestia y siempre ha escapado. El destino quiere que uno acabe con el otro.
  6. Mi antiguo maestro cazador me traicionó durante una cacería para cobrar él todo el pago. Antes o después nuestros caminos se cruzarán y me vengaré.
  1. Todo el alcohol que consumo para celebrar los éxitos suele meterme en problemas con las autoridades.
  2. Los salvajes rituales que realizo con los cadáveres de las bestias provocan asco y repulsa entre el resto de gente.
  3. Mis exageraciones sobre mis éxitos me han hecho tener una reputación que no merezco y ahora no puedo dejar que la verdad se descubra.
  4. Las cicatrices que me dejó el combate con una aberración de los Peregrinos provocan desagrado entre la gente que las ve.
  5. Cuando me encuentro en peligro mi supervivencia es lo único que valoro.
  6. No soporto que la gente de las ciudades me hable como si fuera inculto o estúpido. El que lo haga probará mi puño.