Discípulo del dragón

Las oleadas de miedo, el crujido de las gruesas escamas y el batir de las inmensas alas señalan la llegada de un gran dragón. La sobrecogedora presencia de estas criaturas las hace dignas de reverencia, o incluso de adoración. Los discípulos del dragón se dedican a convertirse en estas grandes bestias y cada uno de ellos se esfuerza por tipificar una variedad de dragón. Los hechiceros de sangre dracónica, los bárbaros con instinto de dragón y muchos kóbolds con estrechos lazos con sus predecesores dracónicos se convierten en discípulos del dragón, pero cualquiera que se haya encontrado con una de estas terroríficas criaturas puede seguir este camino.

Como discípulo del dragón, estudias y aprendes del ejemplo de los dragones, pero eso no significa necesariamente que admires a los dragones que emulas. Aunque la mayoría de los discípulos del dragón veneran a su dragón elegido, se cuentan innumerables historias de discípulos del dragón nacidos de una gran tragedia personal a manos de una furia dracónica sin límites. Estos discípulos se han transformado en lo que desprecian para obtener el poder de destruir a su atormentador dracónico y conseguir por fin su venganza.