Arquetipos

Aquellos que siguen el Camino de las Ocho Puertas pueden ser ermitaños, que se retiran del caos del mundo exterior a un lugar de aislamiento contemplativo. Otros pueden ser vagabundos, que abrazan y celebran todas las experiencias, creyendo que este es el camino hacia la armonía interna.

Los bardos de este colegio dan vida a relatos de héroes caídos, villanos nefastos y confrontaciones épicas. Ya sea en el escenario o en el fragor de la batalla, estos bardos actúan como un caleidoscopio giratorio de personaje, emoción y magia, alternando entre personalidades varias con cada mascara.

Desde tiempos inmemoriales, el Colegio Hanabi ha producido a los mejores artesanos pirotécnicos. Desde artesanos en talleres hasta directores que orquestan miles de explosiones en una intrincada representación, los bardos de este colegio son celebrados en todos los Reinos Yokai.

Los Discípulos de la Ferocidad recorren los campos de batalla como un torbellino de espadas, puños y furia elemental. Ya sea con la paciencia mortal de un depredador al acecho o el abandono temerario de un bárbaro enfurecido, estos maestros elementales confían en una ofensiva implacable.

Una burbuja de calma templada en medio de un incendio forestal furioso, una cuña de roca inmóvil dentro de un deslizamiento de tierra, un escudo de hielo contra granizos del tamaño de un puño; eres un baluarte contra las fuerzas de la naturaleza, dominándolas para protegerte a ti mismo y a los demás

Un maestro elemental del Discípulo de la Fusión vive en estos extremos elementales, empujando los límites, siempre con la mirada puesta en las fuerzas primordiales que aún no ha dominado. Tu conexión con cada elemento es tan profunda que mezclarlos es casi una segunda naturaleza

Donde otros protegen y atacan, los Discípulos del Estímulo prefieren un enfoque más sutil, reforzando a un aliado desde dentro o manipulando los ataques de un enemigo con ráfagas de energía elemental ágiles y astutas.

Los clérigos Guardianes del Santuario celebran y honran a las deidades que siguen mediante la creación y preservación de sitios sagrados en su honor—suelos consagrados donde la brumosa división entre lo espiritual y lo físico se desvanece hasta desaparecer.

Has establecido un pacto con un shinigami, un temible espíritu del inframundo, con poderes de muerte y posesión. Los shinigami son seres de carácter variable; algunos juegan roles activos en las vidas de sus emisarios, otros son inescrutables y envueltos en misterio.

Hoy en día, los practicantes de esta técnica devastadora son conocidos como Hojas Esqueléticas. A menudo encuentran trabajo como mercenarios, guardaespaldas y espías, entrando en batalla vestidos con una armadura en constante adaptación de un blanco esquelético reluciente.

Los Invocadores de Espíritus pueden manifestar su fuerza de voluntad y vitalidad como un ser espectral, un espíritu similar a una aparición que emerge de su cuerpo para atacar a sus enemigos.

Los paladines del Yojimbo están comprometidos a proteger a aquellos a quienes dedican su servicio, ya sea un individuo, un grupo o una nación entera. Estos salvadores itinerantes atraviesan los reinos en una búsqueda implacable para proteger a quienes no pueden defenderse por sí mismos.

Los Ronin son guerreros errantes sin amo, que no se rigen por otro código que no sea el suyo propio. No hay dos iguales, cada uno con su propia historia que lo llevó por el camino del guerrero. Son maestros de muchas armas, atacando con espada y flecha en un espectáculo de velocidad y precisión.

El Sendero del Kaiju es uno de fuerza destructiva pura. Algunos guerreros de este tipo están impulsados por un odio implacable hacia un kaiju, quizás uno que destruyó su hogar o arrasó su continente. En tales casos, la obsesión ardiente de un individuo es una fuente de fuerza increíble

Los Sensei perciben cómo se mueve un cuerpo con una agudeza sobrenatural, identificando cambios menores en la forma que pueden convertir golpes insignificantes en golpes rompehuesos. A través de una meticulosa instrucción, revelan a los pugilistas dentro de sus compañeros.

Los magos Shinobi son embaucadores escurridizos y guerreros mortales, que atacan en una embestida de magia, armas y acrobacias. Adoptan una filosofía que unifica lo marcial con el lanzamiento de conjuros, potenciando sus golpes con mejoras mágicas devastadoras antes de desvanecerse en la oscuridad.

Ya sea por un pirotécnico desencantado, fórmulas robadas o suficientes monedas en las manos correctas, algunos individuos emprendedores aprenden estos secretos clandestinos. Conocidos como Tamaya, estos pícaros utilizan la pseudomagia de los fuegos artificiales como armas para sus cajas de trucos.